Amig@s del caballo! Todos sabemos que el trabajo del caballo se complementa con paseos por el campo, incluso se puede trabajar al caballo fuera de la pista, independientemente de la disciplina que practiquemos, los consejos de este post son para potros destinados al salto. Los caballos jóvenes que obedezcan sin resistencias, se les irá poco a poco, mejorando su musculatura mediante ejercicios en el exterior por el campo. Se les ejercitará gradualmente en subidas de pendientes que se encuentren por el campo, a medida que las fuerzas se vayan desarrollando, subiendo pendientes ligeras, calibrando la longitud de ellas con respecto a la velocidad del aire que se lleve. Si la pendiente es corta y fuerte se subirá al galope procurando siempre llevar la mano hacia adelante, fijando el cuerpo para ayudar el centro de gravedad, haciendo que vaya hacia adelante y nunca hacia atrás ya que pesaría demasiado sobre riñones y miembros posteriores, lo que podría ocasionar sobreesfuerzos innecesarios para los que el caballo no estuviera preparado. Del mismo modo que fortalecemos la musculatura y pulmón corazón del caballo o potro subiendo, podemos fortalecer el equilibrio natural, bajando pendientes, también poco a poco, sin forzar y por la línea de máxima pendiente, en línea recta, sin que se desvíen lateralmente, con el peligro inminente de una caída o por atravesarse en la pendiente. Todos estos ejercicios se tienen que controlar por el jinete inteligentemente y sin forzar, pues no nos cansaremos de repetir que cualquier ejercicio será mejor si se queda corto en su intensidad, que si se pasa, pudiendo perjudicar tanto el físico como el psique. El caballo es animal muy sensible a los forzamientos de trabajo, pues repetimos que su gran memoria almacena los trabajos excesivos, produciéndole miedos y malos recuerdos que aflorarán en los momentos menos esperados, sin tener en cuenta la posibilidad de una lesión muscular o de tendones o articulaciones o vainas, etc. que se pueden manifestar claramente o llevar ocultas hasta que por un aumento de esa lesión, se manifieste y no sepamos a qué es debida. Esto es común en jinetes despreocupados, que no tienen un método cotidiano y creen que los caballos son animales o bestias a las que hay que exprimir hasta el agotamiento. En los ejercicios por el campo, hemos mencionado las subidas y bajadas dependientes y también diremos que es muy conveniente el comenzar por pasar pequeños obstáculos, fosos, zanjas, arroyos, setos, matojos, etc. que hagan el trabajo sencillo y agradable y sirva para infundir ánimo al caballo que su futuro es saltar lo que el jinete le ponga por delante, pero no se debe forzar a los caballos a que salten alturas grandes sin estar preparados, los grandes obstáculos vendrán «de la mano».