Amigos y seguidores de este nuestro blog, en esta entrada hoy quiero hablarles de la importancia que tiene la alimentación para el correcto desarrollo de los músculos y del esqueleto de nuestros caballos jóvenes.
En este caso quiero tratar el tema del potro recién traído del monte, imaginaros una yeguada en donde los caballos corren libres hasta los tres años, durante ese tiempo solo se han alimentado de pasto y de forraje que ha sido administrado por el ganadero.
Hemos separado el potro elegido, lo hemos ramaleado y metido en cuadra por primera vez, desde hoy lo trabajamos a diario a la cuerda y en poco tiempo nos montamos.
En este caso ¿qué dieta le convendría a un caballo de estas características?
El caballo recién traído del campo y estabulado por primera vez, la ración debe cubrir 3 tipos de necesidades:
- necesidades de mantenimiento comunes a todos los caballos
- necesidades especificas del animal joven para:
1. desarrollar la musculatura
2. consolidar el esqueleto
3. luchar contra el estrés que acompaña este repentino cambio de vida
El estrés es particularmente resentido por el caballo, sujeto inquieto, hipernervioso e hiperactivo. Este estrés tiene un efecto inmunodepresor, con inhibición de la multiplicación de los leucocitos y una alteración de su función inmunitaria. Esta situación explica la gran sensibilidad del potrillo a las infecciones: es propenso a enfermedades respiratorias y heridas frecuentes relacionadas con la actividad deportiva, que tardan en cicatrizar y tienden a infectarse.
Un ajuste adecuado del racionamiento es indispensable para ayudar al animal. El aporte de energía debe estar relacionado con el grado de actividad y el nivel de proteína no debe ser excesivo porque produce excitación y exudación profusa, dando lugar a lastimaduras de cincha y haciendo trabajar los riñones para eliminar el exceso en la orina. La naturaleza de los granos (avena, cebada o maíz) es menos importante que el justo equilibrio entre proteína y energía y el correcto balance calcio/ fósforo.
Asimismo, las formulas de piensos compuestos de buena calidad dan excelente resultados y permiten evitar los errores nutricionales de las mezclas caseras, especialmente en la dosificación exacta de vitaminas y minerales.
Una particular atención debe ser aportada a la calidad de las proteínas (mas que a la cantidad) y al agregado de minerales (mayores y menores) y vitaminas ( A,D,E y complejo B).
El desafío consiste en mantener el caballo en optimo estado físico y mental, sin tener que recurrir a la sedación. Este proceder no es aconsejable porque:
-el comportamiento del animal se vuelve menos predecible porque disminuye su habilidad de percepción del medio ambiente para reaccionar debidamente
-sus facultades de aprendizaje se ven afectadas
Una mejor opción es recurrir a una dieta equilibrada energéticamente: mucha fibra ( fuente de energía de liberación lenta), reforzado nivel de materia grasa en forma de aceite vegetal natural, taza reducida de hidratos de carbono no estructurados (almidón) y suplemento eventual de L triptofano, aminoácido que ejerce un efecto calmante.
Las dietas ricas en hidratos de carbono no estructurados (la tradicional dieta de avena, u avena con maíz) pueden causar excitación. Una reducción en el suministro de grano, con adición de grasa en forma de aceite vegetal en la dieta, tiene un efecto sedante sobre caballos nerviosos, probablemente debido a la lecitina, componente de la grasa relacionada con el neurotransmisor acetilcolina
El acto de ofrecer alimento u agua al potrillo en el curso del trabajo de su doma constituye un recurso de suma utilidad para establecer o reforzar él vinculo con el animal.
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