Amigos y seguidores de nuestro blog, en este primer Post de este año 2018, me gustaría hablarles de un tema que considero importante: el dolor, porque el bienestar del caballo se debe anteponer a cualquier capricho del jinete.
Una revisión periódica para comprobar el estado de nuestros caballos debería ser obligatoria, muchas veces un dolor no detectado a tiempo causa serias lesiones.
Una revisión completa debería comprobar el estado de la dentadura, el estado físico y el mental, para hacer un buen reconocimiento necesitamos un veterinario y un fisioterapeuta equino competente.
También hay personas que han estudiado psicología equina y son capaces de detectar depresión, problemas de carácter, fobias y otras conductas que se pueden arreglar con un tratamiento adecuado.
En los últimos 20 años he podido comprobar el cambio en la mentalidad de los propietarios de caballos y sus jinetes, antiguamente algunas personas montaban sin tener en cuenta las necesidades naturales de sus caballos y los explotaban sin darse cuenta de que así acortaban su vida útil deportiva, hoy en día los derechos de los animales son una prioridad, por este motivo una obligación de un propietario es vacunar, alimentar adecuadamente, desparasitar y velar por la salud de sus caballos, este último punto incluye el dar un tratamiento adecuado a un caballo enfermo y la prevención de enfermedades.
Una de las cosas que más me ha impresionado es la ayuda psicológica a los caballos, he conocido casos de animales que han muerto por depresión y tratamientos adecuados han mejorado problemas de carácter en algunos ejemplares.
Por desgracia cuando un propietario tiene un caballo con dificultades en su salud, en la mayoría de los casos se deshace de su equino, no busca una solución, no quiere gastar dinero ni tiempo en un animal enfermo, olvidando que en el momento que se compra pasa a ser una responsabilidad de su propietario.
Para mí en lo personal mis caballos se convierten en algo parecido a miembros de mi familia, los cuido lo mejor que puedo y los doy todo mi afecto, contrato un seguro que cubra daños a terceros y enfermedades que requieran tratamiento costoso.
Me preocupo de que hagan ejercicio, de que pasen poco tiempo solos y en su box.
Me gusta mucho que estén en semilibertad en un ambiente lo más natural posible, aunque esto de más trabajo, pero creo que cuando exiges mucho a un caballo, también debes de ser generoso con el.
Hoy en día hay muchos veterinarios, fisios, expertos en acupuntura, herradores, en fin... profesionales de la salud del caballo, ellos se merecen todo nuestro apoyo y confianza, debemos confiar en ellos la salud de nuestros caballos sin escatimar en gastos, si una persona quiere comprar un caballo y no va a ser capaz de cuidarlo adecuadamente, yo le recomiendo por el bienestar del animal que no lo haga.
No seamos egoístas, por no pensar en los demás seres vivos y por no mirar al futuro, estamos dañando el medioambiente y creando problemas irreversibles a los que se tendrán que enfrentar futuras generaciones.
En una revisión veterinaria normal podemos localizar puntos de dolor en el cuerpo del caballo, depende del lugar donde se encuentra el dolor debemos de prestar más atención y buscar la causa para dejar de provocarle sufrimiento y empeorar la lesión. Localizada la causa, le pondremos solución con un tratamiento adecuado.
Las manifestaciones de dolor en un caballo varían dependiendo del temperamento y las características del dolor, este puede ser crónico, y también su localización, siempre duele más en zonas sensibles y en partes del cuerpo que se utilizan en la locomoción.
Algunos signos de dolor:
Inquietud y ansiedad, rechazo a la manipulación, no se quiere mover, perdida de apetito, midriasis y ojos vidriosos, incremento del pulso y la frecuencia respiratoria, rigidez postural, perdida de peso, descansa siempre una extremidad, se apoya en la pared...
También pueden rechinar los dientes, mover la cola o jugar con el cubo de agua. Cuando el dolor es prolongado en el tiempo, su comportamiento cambia de la inquietud a la depresión, con su cabeza agachada. Si el dolor se asocia a un daño esquelético, el caballo no se quiere mover y se coloca con sus miembros en posturas inusuales (por ejemplo se apoya con todo su peso en las extremidades traseras, y con un pie delantero por delante del otro), y con la cabeza y cuello en una posición fija.
Si el dolor es abdominal o de tórax, se mira esa zona, se muerde o se golpea, se levanta y se echa con frecuencia, camina en círculos, se levanta con los codos doblados, suda, da vueltas, y se hiere a si mismo, a veces se producen moretones en sus ojos. Estos dolores pueden ser de cólico.
Una montura mal colocada, provoca dolor, una montura estrecha produce heridas en la cruz, estos dolores son fáciles de diagnósticar al palpar el dorso y la cruz.
Si observamos algunos de estos signos en nuestros caballos, llamemos pronto al veterinario y sigamos sus recomendaciones.
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