jueves, 2 de abril de 2020

Cómo usar las piernas?

Amig@s  del caballo! en este post hacemos un repaso del uso de las ayudas a caballo, muchos lectores me están pidiendo que comencemos con las piernas.
En el siguiente post les hablaré del uso de las manos hasta que repasemos todas las ayudas.
Las ayudas naturales son estas:
•  Las piernas
•  Las manos (riendas)
•  El  asiento  (peso  del  jinete).
 Por  medio  del  asiento  se  ejerce  la acción del peso del cuerpo.
Las  ayudas  auxiliares  o  artificiales  son  los  medios  artificiales,  o  sea,  los creados  por el hombre, la industria, su ingeniosidad  para prolongar las ayudas  naturales,  fortificarlas  y  si  fuera  necesario  suplirlas  con  estas:  la embocadura, los diversos  tipos de riendas, muserolas, espuelas, fustas, etc. Estos diversos medios pueden ser muy efectivos para mandar en un momento dado  o volver a tomar el mando  si se ha perdido  momentáneamente, pero se deben utilizar con moderación  y procurando que sean comprensibles, para no dañar la memoria del caballo.
Las piernas:
Las piernas tienen en su haber la producción, entretenimiento y sostenimiento  de  la  impulsión,  como  acción  principal y como  accesoria,  mediante el acuerdo de todas las ayudas, dirigir el caballo, según el deseo  del jinete, hacia donde haya decidido ir. Para ejecutar órdenes, estas deben ser exactas y concretas, no confusas, que el caballo pueda  entender lo  que se  le  pide;  las  piernas  deben ir en contacto con el caballo a través de la montura y este contacto debe ser muelle, debiendo  huir de movimientos  o acciones  involuntarias,  que solo sirven  para  confundir  y  que  si  la  acción  ha  sido  sin  fijeza  y  bailante  llevará al caballo al desorden. Las piernas: actúan, resisten y ceden. Actúan cuando se aumenta su presión para iniciar un ejercicio o movimiento. Resisten cuando su presión tiene por objeto oponerse a un desplazamiento lateral, por ejemplo, el tercio anterior. Ceden  cuando  la presión  disminuye y permite ese  desplazamiento.  En teoría las  dos  primeras  son  activas  en grados  diferentes y en el tercero son pasivas.
Acción impulsiva de las piernas 
Se debe realizar con exactitud para alcanzar el grado de impulsión deseado, para la ejecución del ejercicio elegido. Si  la  acción  fuera  insuficiente,  la  ejecución  del  ejercicio  languidecería  y conduciría  a acciones  contrarias de  las riendas  que llevarían a «quedarse detrás de la mano». Si la acción fuera excesiva, se producirán desórdenes que habrá que regular con  una acción  más  fuerte de  las  manos  y el caballo  luchará por  «ganar la mano», se  violentará más  y más,  malgastando  sus  fuerzas  inútilmente. El  jinete debe conocer  el grado  de  sensibilidad  de  su  caballo hacia  la acción  impulsiva de  las  piernas. Es  fácil  comprender  esta sensibilidad.  Una acción de piernas simultánea debe tener el efecto de producir un deseo de ir hacia adelante al caballo si este está parado, y  si estuviera en movimiento la acción indicaría un aumento de impulsión. La acción de piernas  debe  producirse  detrás  de  la  cincha,  significando  los  franceses  que  se ejecuta por una presión de muslos  y pantorrillas ejerciéndose de atrás a adelante.  Y  suavemente, para no sorprender al caballo, pero si no fuera obedecida  esta  acción  se  ejercerá  por  contactos  francos  y  enérgicos  de pantorrilla y talones. Estas  acciones  varían desde  el golpe a la vibración pasando por los batimientos. El golpe de talón arma o de espuela es la forma más rigurosa de empleo de las piernas con fines impulsivos. Las vibraciones de pantorrilla a base de breves contracciones de sus músculos sin desplazamiento visible de la parte baja de la piernas es otra forma normal de empleo de estas. El efecto mínimo se obtiene  por apoyos breves y  segundos de los pies sobre los estribos sin perder el contacto con estos y sin ninguna  clase de desplazamiento de la pierna. Según el ejercicio a ejecutar y el grado de sensibilidad  a las piernas de cada  caballo, el  jinete empleará  uno  u  otro  procedimiento,  que naturalmente podrán alternarse ya que no son incompatibles. La  aplicación  más  atrás  de  la  cincha  podría  ser  una  confirmación  de  la dirección tomada y un recuerdo que impide a los posteriores cualquier desplazamiento  lateral, así como  una permanencia de los  posteriores debajo de la masa en buena posición adelantada.
Empleo de una pierna aislada 
El empleo de una pierna aislada  produce  diferentes efectos,  según su forma y punto de aplicación. En cuanto a su forma puede ser por contactos breves y por presión. Por  contactos  breves  produce  un  aumento  de  las  impulsiones  en  el  posterior del mismo lado de la acción. Por presión produce efectos distintos, según el punto de aplicación: en su emplazamiento  ordinario  obtiene una incurvación  del  cuerpo  del  caballo que cede  a su acción  alejando  hacia un lado opuesto la parte presionada  y provocando  así un acercamiento  entre  los  extremos  del  bípedo  diagonal del lado de la pierna. Empleada  más  atrás, la presión de una sola  pierna provoca el desplazamiento de las caderas y de la masa hacia el lado contrario, siempre que la mano  no se oponga a ello, y mejor  todavía si contribuye  a este desplazamiento. La fuerza de la presión varía con el efecto que se trata de lograr y con la ligereza del caballo a las piernas. Cuando el caballo todavía no conoce  bien el empleo de una pierna aislada, en ocasiones,  se dice que «se acuesta sobre ella», tratando de librarse de algo que no comprende y le es más fácil «acostarse» que obedecer. Pero  para llegar a emplear  una  pierna aislada  habrá que haber empleado las dos y haber comprendido su significado. La acción de la pierna aislada debe hacerse detrás de la cincha sin exagerar  el  retraso  de  la  pierna,  en  posición  casi  perpendicular  al  flanco del caballo y progresivamente para no sorprender y producir alteraciones. La acción se puede repetir mediante pequeños contactos –golpes de pantorrilla si el caballo se resiste– y debe cesar desde el momento en que el caballo obedece.  A  continuación de la pantorrilla, y para aumentar la acción, está el talón armado de espuela, que lo que hace es dar más fuerza a la acción de la  pierna, con  lo que  se  consigue una  obediencia más pronta.
Agradezco mucho la experiencia de mis maestros y de los caballos que tanto me han enseñado, gracias a ellos les he podido compartir este post.

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