martes, 14 de junio de 2011

Un buen adiestramiento nos facilita el salto.

Amigos y seguidores de este nuestro blog, ultimamente me solicitan ayuda jinetes de salto para mejorar la técnica de sus caballos y conseguir más precisión y sumisión en su trabajo diario y en la competición. Aunque me he especializado en el adiestramiento clásico de caballos, en mi carrera como jinete he practicado el salto con mucha frecuencia, a veces como parte del adiestramiento de nuestros caballos y otras por petición de mis clientes que me traen sus caballos de salto para hacerles un reciclaje.
Años atrás tuve la suerte también de hacer un curso de salto de competición en Alemania cerca de Amburgo con caballos de raza Holsteiner, fue una experiencia bonita y allí me di cuenta de lo importante que es tener al caballo bien adiestrado y puesto en las ayudas.
Ahora me gustaría comenzar a explicar un poco en que consiste el momento en el que salta el caballo y como mejorar su técnica:
Todos conocemos las partes en las que se divide el ejercicio del salto, estas son: impulso, batida, suspensión y recepción.
En el momento de la Batida, el caballo debe de elevar sus anteriores. En fase ascendente se propulsa con los posteriores. Después sube su cruz para pasar su dorso por encima de la barra, y repliega sus posteriores en fase descendente.
Este encadenamiento exige coordinación, flexibilidad, reflejos y suficiente fuerza. Todavía más actualmente en que los recorridos siendo cada vez más técnicos, con encadenamientos rápidos y comprometidos el caballo debe de recuperar muy rápidamente su equilibrio y su tranco de galope. Es preciso, pues, trabajar lo que pasa antes y después del salto.

Los defectos de estilo
Si el caballo bate muy cerca de la barra, no puede realizar un buen gesto de sus anteriores y subir su cruz. Ciertos caballos no levantan suficientemente sus anteriores o lo hacen de forma asimétrica.Otros se tuercen en el momento de la batida, se retuercen encima del obstáculo, saltan huecos o les cuesta pasar los posteriores.
Ciertos defectos son debidos a un mal aprendizaje técnico: el caballo confrontado demasiado pronto a situaciones difíciles sólo a podido salir de ellas mediante soluciones no convencionales.La postura del jinete influye igualmente de manera muy importante.

La importancia de las cualidades naturales
Un caballo sin disposiciones naturales para el salto tendrá muchísimas dificultades para dar un buen rendimiento.
Es preciso buscar un caballo muy equilibrado, sobre todo en el galope.
Sus trancos debe ser de cadencia y amplitud regulares en el llano, pero también en la batida y en la recepción.
Después, el caballo debe ser respetuoso con las barras. La falta de respeto es un defecto muy difícil de corregir.
La rapidez del gesto de los anteriores es también muy importante.
En fin, si el caballo además tiene fuerza y potencia, nos acercamos a lo ideal.

Los ejercicios mejoran el estilo

Se interviene sobre la cadencia y amplitud de los trancos mediante barras de regulación delante y detrás del obstáculo.
Se canaliza un caballo que se desvía, poniendo barras en el suelo perpendicularmente al obstáculo, o una barra sobre el obstáculo en el lado hacia el que se desvía.
Dos barras en V sobre el primer plano del obstáculo, una volea en la que el primer plano es una cruzada, dos barras de llamada alejadas ligeramente del obstáculo, desarrollan el gesto de los anteriores.
Reflejos y elasticidad se trabajan en calles de tres o cuatro obstáculos.
El equilibrio, la fuerza y la musculatura se desarrollan en el llano.

Un mínimo de doma

El caballo debe de ser capaz de realizar transiciones ascendentes y descendentes conservando su equilibrio, debe aprender a descender sus caderas, a alargar o a acortar sus trancos, cuando se le pida o a hacer un número determinado de trancos entre dos puntos.
Hoy en día, para estar clasificado no hay que hacer ningún derribo y hacer el recorrido rápido.Es preciso, pues, poder acelerar pero también poder reequilibrar muy rápidamente antes del obstáculo siguiente o en una curva cerrada.
Hay que trabajar: Los cambios de dirección, las transiciones, los cambios de pie, el galope en trocado, etc.

La actitud del jinete

La actitud del jinete es esencial para el buen desarrollo del salto. No debe molestar al caballo y, en todos los casos, debe de ser capaz de sentir lo que pasa para adaptarse lo mejor posible.
El jinete debe mantener sus hombros en la vertical de sus pies, con su peso repartido igualmente sobre los dos estribos. La acción de las manos debe de ser lo más ligera posible en la batida, para no bloquear la cruz, pero el contacto debe de ser permanente y ligero. La dosificación del asiento y de las piernas es primordial.
En la recepción, el jinete debe de recuperarse rápidamente y volver a encontrar rápidamente su equilibrio.

El estilo en los caballos jóvenes

Desde el principio es conveniente trabajar el estilo para no dejarle acostumbrarse a malos hábitos o defectos.
Se comienza a trabajar sobre el obstáculo cuando las bases han sido adquiridas en el llano: Salidas al galope a una y otra mano, volver a la mano, cambiar de dirección sin problemas,. Desde los 3 años y medio - 4 años, el salto en libertad, a las dos manos permite evitar complicaciones al jinete. Los jóvenes caballos aprenden a encontrar sus marcas(reparos) solos y a subir los anteriores. Cuando se trabaja montado, se repiten a menudo los mismos saltos para crear automatismos, sobre obstáculos de colores y de formas diferentes.

Los inconvenientes inherentes al caballo joven


Cuanto antes se empieza a trabajar, más se puede ir progresivamente, para enseñarle, tranquilamente, los gestos y técnicas del obstáculo. Nunca hay que quemar etapas.

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