jueves, 31 de octubre de 2013

Consejos para elegir un caballo.


Con esta potra gane varios premios en España, fué una decisión acertada.

Amigos y seguidores de este nuestro blog hoy en esta entrada les voy a dar unos consejos para ayudarles a elegir un caballo adecuado para la práctica de la doma clásica  (adiestramiento). 
Muchas veces me ha tocado la responsabilidad de elegir caballos y yeguas para mis clientes, por suerte siempre hemos acertado. Es la experiencia la que nos ayuda ha tener un buen criterio a la hora de elegir buenos caballos.
Es importante tocar este tema porque muchas veces me han preguntado mis alumnos que cualidades debe de tener un buen caballo de adiestramiento, yo siempre les respondo de la misma manera:
Un buen caballo debe de tener una morfología adecuada para el trabajo que va ha desempeñar, si este caballo además va ha ser destinado al adiestramiento es también importante que tenga un buen paso, un buen trote y un buen galope, en definitiva lo que llamamos buenos movimientos.
Cuando mis clientes me piden consejo a la hora de elegir un caballo para semental o para hacer adiestramiento, lo primero que hago es ver al caballo sin silla, quiero ver su conformación.
Yo me fijo siempre de delante atrás, primero miro su cabeza, no quiero que esta sea desproporcionada, cuando digo desproporcionada me refiero a que esta no sea en relación al cuerpo del caballo ni muy grande ni muy pequeña.
Las cabezas grandes suelen ser pesadas y poco estéticas y las cabezas pequeñas tienen el defecto de poseer bocas pequeñas, las bocas pequeñas no dejan que asienten bien las embocaduras y peor aún cuando queramos ponerle un filete y bocado seguro que tendremos problemas.
Después de ver su cabeza me fijo en su boca y le miro los dientes, unos dientes sanos evitaran problemas de nutrición y dolores a la hora de manejar las riendas. 
Si debajo de la lengua, en la parte de la boca que conocemos como barras veo alguna llaga, puedo deducir que el caballo tiene por jinete a una persona con la mano muy dura, de esta forma ya se que el caballo no será fácil de poner en las ayudas.
Los dientes también nos dicen la edad del caballo y si estos están muy desgastados nos avisan que el caballo traga aire o muerde la madera de su box. 
Después de mirar la boca del caballo me fijo en el tamaño y conformación de su cuello.
El cuello ideal no debe ser ni corto ni muy largo, ni muy ancho de arriba, ni muy grueso por abajo, el cuello corto y grueso en la garganta es un cuello difícil de manejar cuando vamos montados.
Los cuellos muy finos por arriba suelen pertenecer a caballos con la parte inferior del cuello muy musculosa, es un problema serio pues tienen la musculatura desarrollada al revés, cuando montemos estos caballos tendremos resistencias en su mandíbula para conseguir una buena puesta en mano y todo debido a este defecto.
Cuando termino de ver su cuello me fijo en la inserción de este en las espaldas, a mí no me gusta la inserción del cuello ni muy baja ni muy alta.
La baja cuando montas te da la sensación de que el caballo marcha cuesta abajo y aunque este su perfil en la vertical con una buena puesta en mano siempre una inserción baja carga las espaldas del caballo.
La inserción del cuello muy alta tiene la desventaja de que ejerce mucha presión sobre el dorso del caballo, estos caballos siempre dan la sensación de tener la cabeza muy elevada y cuando están tensos hunden el dorso porque la suben en exceso.
Los caballos con la inserción del cuello muy alta suelen tener movimientos más elevados con más acción de rodilla.
Un caballo con esta morfología necesita un trabajo específico que fortalezca su dorso para conseguir un movimiento más hacia adelante y no tan elevado, así sus posteriores transmitirán mejor la impulsión. 
Bajando del cuello y su inserción nos fijaremos en sus espaldas, unas espaldas rectas y verticales tendrán poca acción así que su trote no será muy expresivo y le costara hacer un trote medio de calidad.
Más abajo de las espaldas nos encontramos con las extremidades anteriores, siempre buscaremos rectitud en las extremidades tanto las anteriores como en las posteriores.
Los antebrazos no deben de ser muy largos y las cañas proporcionadas con "buen hueso" o sea que no sean de hueso fino.
Los tendones deberán de verse sanos sin cicatrices ni vejigas igual que las articulaciones de los menudillos que no deberán de tener tampoco vejigas ni otras retenciones de líquidos conocidas también como bursitis.
Los pies lo son todo para el caballo, así que evitaremos los caballos con cascos delicados y malos aplomos.
Después de mirar las extremidades anteriores llega el momento de mirar el dorso del caballo.
Siempre evitaremos los dorsos largos y los dorsos hundidos o ensillados, siempre es preferible un dorso tirando a corto y musculoso, también es preferible que este sea ancho.
Después de analizar el dorso del caballo, me gusta fijarme en la grupa, no me gustan las grupas demasiado altas, me gusta que sean musculosas y estén más bajas que la altura de la cruz.
Por ultimo estudiaremos la posición de los corvejones y las extremidades traseras.
Los corvejones no deben ser ni rectos ni demasiado altos, tampoco deben de estar ni muy juntos ni muy separados ambos defectos son malos, pero el peor defecto es que estén juntos. 
La rectitud de las extremidades será importante, esto garantizara la correcta transmisión de la fuerza de empuje. También nos fijaremos que las articulaciones estén limpias y libres de cicatrices e inflamaciones.
Cuando hemos examinado el físico del caballo, yo suelo pedir que lo muevan en libertad para ver sus movimientos al natural.
Viéndolo en libertad nos fijaremos si tiene un buen paso, un buen trote y buen galope, aquí podemos observar también si el caballo manifiesta alguna cojera.
Por ultimo lo veremos montado para comprobar su carácter y habilidades, aquí volveremos a poner atención en los movimientos si son correctos y si no manifiesta cojera alguna.
En esta fase yo suelo subirme y probar el caballo para asegurarme su grado de adiestramiento pasada esta prueba ya sé si el caballo le puede servir a mis alumnos.
Ahora este análisis no garantiza que el caballo este al 100% sano, para asegurarnos yo recomiendo un examen veterinario completo y si el veterinario nos da el visto bueno ya tenemos el caballo adecuado.

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