domingo, 19 de diciembre de 2010

Doma natural en el adiestramiento de caballos.

Amigos y seguidores de este nuestro blog, hoy voy a hablarles de un secreto que yo personalmente utilizo en la doma de los caballos, me refiero a la doma natural combinada con los principios clásicos a los que siempre he sido fiel, pues mi oficio no es solo domar caballos es convertirlos en caballos artistas, en caballos de doma clásica.
En estos tiempos que corren es cada vez más frecuente oír hablar de la “Doma Natural”. Son cada vez más los domadores que se etiquetan como “naturales”, pero sigue siendo un concepto un poco extraño para la mayoría de los amantes del caballo, lo que sin duda puede llevar a confusiones y a confundir métodos de doma tradicionales realizados de una forma más paciente y dulce con el caballo con la autentica doma natural. 
Para muchos consiste en domar a un potro sin emplear la violencia física, es frecuente oír la frase "yo nunca les pongo mucha presión" o "yo nunca utilizo la violencia" pero a la vez vemos caballos que son sometidos por sus domadores a un gran estrés durante su adiestramiento o que están viviendo en unas condiciones muy poco naturales.
La Doma Natural debemos entenderla como un concepto amplio que nos obliga a realizar un esfuerzo intelectual para intentar comprender a los caballos, debemos ser nosotros los que nos preocupemos a entender sus pautas de comportamiento y sus necesidades y no a la inversa como se pretende habitualmente imponiendoles un sistema de doma y unas costumbres que no son las naturales de un caballo.
No debemos ver la doma natural como un sistema más o menos novedoso para domar caballos, quien se enfrenta a otros sistemas que podemos considerar más tradicionales. Ni mucho menos. La Doma Natural no es un sistema, pues cada domador tiene el suyo propio. La Doma Natural es una postura, si se quiere una filosofía sobre como queremos que sea nuestra relación con los caballos. Todos aspiramos a tener una buena relación con nuestros caballos, una relación basada en la confianza mutua en vez de en el miedo, que quieran estar junto a nosotros, que se les note alegres y relajados.
Pero, ¿Como se consigue la confianza del caballo? La respuesta es sencilla, dando al caballo lo que necesita. Para ello debemos tener muy en cuenta cuales son sus pautas de comportamiento en estado salvaje y actuar en consecuencia.
El caballo es un gran herbívoro cuya principal amenaza son los depredadores. No podemos olvidar que durante miles de años nosotros no hemos sido para el caballo sino un depredador más, por lo que su instinto de supervivencia le hace huir del hombre. Durante millones de años de evolución el caballo ha ido perfeccionando su sistema de defensa. Con el tiempo se ha hecho más fuerte y más rápido lo que le convierte en uno de los animales que puede resistir más tiempo corriendo a gran velocidad, pero tiene un problema, para ello necesita comer grandes cantidades de hierba por lo que está muchas horas al día con la cabeza en el suelo. En esa situación el caballo no puede ver su entorno, por lo que es más vulnerable al ataque de posibles depredadores. Para evitarlo, el caballo se une con otros formando grupos familiares donde mientras unos comen o duermen otros vigilan. Cuando el caballo se siente amenazado por algún peligro siempre huye. La velocidad y resistencia son su mejor defensa. Un caballo sólo se defenderá dando coces o mordiscos cuando no pueda huir. Las patadas y mordiscos no son muy eficaces, no es fácil matar a un depredador de esa manera, la verdad es que el caballo no es muy certero cuando lanza las patadas. Por eso será su última opción. Si tiene la mínima oportunidad de huir eso es lo que hará. Conocer este comportamiento es muy útil para nosotros a la hora de relacionarnos con los caballos. Para que la protección del grupo sea efectiva los caballos han desarrollado un sistema de comunicación gestual que les permite reaccionar ante la menor amenaza. En definitiva, los caballos mediante un lenguaje corporal muy claro se transmiten unos a otros las señales de alarma o tranquilidad adecuadas a cada situación. Por lo tanto vemos que los caballos son muy sensibles alas señales corporales, y entienden muy bien cuando una situación es o no peligrosa en virtud de lo tensos o relajados que estemos.
Otro aspecto fundamental del comportamiento del caballo es la concepción que tienen del espacio que les rodea. Para el caballo hay dos espacios muy diferenciados, uno amplio, que podríamos llamar de seguridad, donde no permitirá que entre ninguna posible amenaza, y otro personal, muy importante dentro del grupo pues el caballo sólo permitirá a sus amigos que entren dentro de éste último. Por lo tanto nosotros debemos superar una primera barrera que nos separa del caballo que es su miedo instintivo al hombre como depredador. Si lo conseguimos podremos acercarnos al caballo y entrar dentro de su espacio de seguridad, él no huirá pues estará acostumbrado a nuestra presencia y dejará de vernos como una amenaza. Pero la segunda barrera es más difícil de franquear, pues el caballo debe no sólo aceptarnos, sino considerarnos como a un amigo, si no nos acepta como tal no permitirá que entremos en su espacio personal ni por tanto que lo toquemos.
Otro aspecto esencial del comportamiento del caballo es su capacidad para coordinarse con los otros miembros del grupo. Ya desde muy pequeños, en sus juegos, practican la coordinación. No debe olvidarse que su vida dependerá en muchas ocasiones de ser capaces de coordinarse en su huida, pues para el depredador es mucho más difícil escoger una presa a la que dar caza si todo el grupo se mueve como si fuera un único individuo.
No podemos olvidar por último la organización del propio grupo familiar, en donde a diferencia de lo que muchos piensan no se organiza en base a una relación de dominio y sumisión, sino a partir del liderazgo de uno de sus miembros. Los grupos familiares están normalmente formados por un semental y de dos a cinco yeguas con sus potros nacidos ese año y los de años anteriores normalmente hasta que tienen tres años. El semental se encarga de la protección del grupo, se enfrenta a las amenazas de posibles rivales o de algunos depredadores. Así mismo el grupo está liderado por una yegua, normalmente una yegua vieja pues será ésta la que tienen más experiencia y a la que el resto del grupo sigue voluntariamente. Ella decide cuando ir en busca de agua, de mejores pastos, de sombra, refugio, etc.
Las relaciones de dominio y sumisión sólo se darán en situaciones de conflicto, cuando dos caballos se tienen que enfrentar por algo y éstas son muy concretas y no suelen darse entre los miembros de un mismo grupo familiar. Vemos actitudes de dominio por ejemplo, cuando el semental de un grupo se enfrenta con otro macho que quiere quitarle a sus yeguas.
A diferencia de lo que ocurre con los caballos salvajes, en las relaciones sociales de los domésticos si vemos con frecuencia relaciones de dominancia y establecimientos de jerarquías. Debemos pensar que se encuentran en situaciones artificiales creadas por el hombre donde se ven obligados a competir por los recursos, al igual que pasa en los grupos de cazadores. Hay un poco de comida, un poco de sombra, etc. Cuando se dan estas situaciones de dominancia, el dominante lo único que busca es que el otro, el que es más sumiso se aleje de él dejándole el camino libre al recurso que quiere conseguir, ya sea comida, agua, etc. El sumiso no adopta en realidad una actitud de sumisión, no se acerca al dominante como si le pidiera permiso para compartir los recursos, simplemente se aleja de él. Nadie quiere estar con el dominante, pues cuando se acercan a él lo único que recibirán sera una coz o un mordisco. El dominante a diferencia del líder no tiene por que ser el más experto, le basta con ser el más fuerte ya sea físicamente o de carácter.
No sucede eso con el líder de la manada los otros quieren estar junto a él, pues en él confían y saben que donde está el líder habrá tranquilidad.
De nosotros depende convertirnos en el dominante o en el líder. Yo personalmente prefiero ser un líder en el que mis caballos confían más que el dominante a quien los caballos temen. Ejercer el liderazgo sobre el caballo es la base de la Doma Natural. Si el caballo no nos ve como a su líder no nos seguirá voluntariamente. No es tan difícil como puede parecer convertirse en líder. En primer lugar los potros nunca son los líderes por lo que es natural en ellos buscar uno en quien confiar. Además no todos quieren la responsabilidad del liderazgo pues eso supone una mayor responsabilidad y riesgo. La mayoría cede ese puesto gustosamente, lo que podemos aprovechar para ocupar dicha posición.
Por desgracia, a menudo, no tenemos en cuenta las necesidades reales del caballo y con toda nuestra buena intención actuamos radicalmente en contra de dichas necesidades. Cuando se va a domar un potro es muy frecuente que lo primero que se haga con él sea meterlo en una cuadra, pues piensan que será así más fácil hacerse con él. Muchas veces son boxes donde ni siquiera puede ver a otros caballos sintiéndose totalmente aislado y perdido. Eso sí, nos preocupamos de que tenga un buen techo, buena cama y tres comidas al día. También nos preocupa mucho su aspecto, les afeitamos los bigotes y el pelo de las orejas sin saber que les quitamos sensibilidad y los hacemos más vulnerables a que se introduzcan en sus orejas elementos extraños que pueden ser causa de infecciones. Al parecer estamos confundiendo nuestras necesidades con las del caballo.
Cuando se saca del box el potro va sujeto de un ramal y lo primero que se hace es atarlo. Muchas veces para ponerle la montura lo atamos tan corto a la pared para evitar que se mueva que ni tan sólo puede mover su cabeza, impidiéndole sin saberlo que pueda ver lo que le rodea. A diferencia de lo que pensamos estar encerrado no nos facilita su doma, todo lo contrario. Cuanto más encerrado y aislado esté más estrés sufrirá. Esa es la mejor forma de conseguir un caballo nervioso o incluso deprimido.
Tenemos que tener muy presente que para comenzar el adiestramiento del potro con la esperanza de obtener buenos resultados es esencial que esté en las mejores condiciones posibles, tanto física como sicológicamente.
Intentaré explicar brevemente aquí cómo podemos conseguir fácilmente su confianza si tenemos en cuenta que el caballo necesita sentirse libre para poder huir del peligro y estar en compañía de otros; y como podemos a su vez aprovechar los instintos naturales del caballo en su adiestramiento en nuestro propio beneficio como son su gran capacidad de coordinación y de comprensión del lenguaje corporal.
El comienzo de una buena relación con el caballo es relacionarnos con el potro desde su nacimiento, momento en el que empezó a vernos como un miembro más de su familia,  este paso se  consigue  gracias  al  "imprinting" del potro nada más que nace y a mantener un contacto diario con el acariciandolo y jugando con el para que no nos vea como una amenaza. Luego empezamos por las rutinas, le enseñamos a ramalear, a estar atado, dejarse cepillar, limpiar sus cascos, lo llevamos de reata, más tarde lo ensillamos y lo acostumbramos a nuestro peso poco a poco.  
Si el trabajo ha estado bien hecho a nuestro potro lo que más le gustará será nuestra compañía y nuestro contacto. Pues vamos a aprovechar esa circunstancia. Si le gustan nuestras caricias le vamos a dar caricias por todo su cuerpo con todo nuestro cuerpo. Si durante el trabajo diario conseguimos que el caballo siempre después de darle un poco de cuerda busque nuestra caricia, que no nos tema y previamente le hemos acostumbrado a la embocadura y a las cesiones pie a tierra, las paradas y otros ejercicios que le ayuden a comprender el uso de las riendas antes de que lo montemos, estara listo para montarlo y su adiestramiento. 
Yo el primer dia que monto al potro no hago más que caminarlo por la pista suelto al paso y más adelante dia a dia, lo introduzco el trote, otro dia un paseo por el campo con otros caballos y luego el galope, todo ello como un juego, sin cansar al caballo y sin presión, consihguiendo que el caballo siempre tenga interes y atención en mi y en el trabajo que hacemos, es muy importante no caer en las rutinas, por eso hago cada día un tipo de trabajo, (cuerda, paseo, pista...etc). 
Espero siempre que el caballo este fuerte, alegre y cofiado, esto lo consigo con el trabajo diario y dejando al caballo que este en libertad en su cercado junto a otros caballos, que pase pocas horas en su cuadra de esta forma evitamos el estrés y si el caballo se relaciona en libertad con su ambiente y con otros animales conseguiremos un caballo más seguro y menos nervioso pues en libertad los caballos hacen ejercicio y se acostumbran a los ruidos y otros estimulos que lo asustarian si el caballo se acostumbra a estar encerrado en su cuadra. 
Cuando consigo que el potro este fuerte y flexible empiezo ya la etapa de adiestramiento para preparar al caballo para su fin: ser un caballo de doma clásica listo para competir. 
Durante todo el adiestramiento deportivo del caballo desde ese momento que empezamos a exigirlo más, procuro evitar las rutinas en su entrenamiento y lo premio constantemente con cosas que lo motiven, pero sigo siempre soltandolo en libertad en su cercado junto a otros caballos y lo guardo solo al anochecer. 
Con este metodo he conseguido muchos éxitos deportivos pero lo mejor que he conseguido es alargar la vida deportiva de mis caballos, para conseguir esto, hay que saber ver cuando el caballo esta preparado para pasar al siguiente nivel y hay que exigirlo poco a poco sabiendolo esperar, ese es el secreto.


jueves, 2 de diciembre de 2010

El cambio de pie en el aire al galope.

Aquí realizo un cambio de izquierda a derecha.
Amigos, alumnos y seguidores de este nuestro blog, hoy hablaré de un ejercicio que muchas personas encuentran muy complicado, el cambio de píe en el aire al galope. 
Primero quiero que lean la definición de este ejercicio dada por el reglamento de doma de la FEI:

Cambio de pie en el aire o cambio de pie: El cambio de pie en el aire se ejecuta cambiando los anteriores y posteriores en el mismo momento. El cambio del anterior y posterior de la mano a la que se cambia se produce en el tiempo de suspensión. Los cambios de pie en el aire también pueden ejecutarse en series cada cuatro, tres o dos trancos, o al tranco. Aun en las series, el caballo debe permanecer ligero, tranquilo y derecho, con una impulsión siempre activa, manteniendo el mismo ritmo y el equilibrio durante toda la serie. En los cambios de pie en el aire en series debe ser mantenida la suficiente impulsión para evitar la pérdida de ligereza, fluidez y amplitud.    
         
Mi técnica para hacer este ejercicio:
Para el cambio de pie de derecha a izquierda:

Confirmar que las ayudas del galope a derecha sean las correctas:
Caballo recto, tranquilo y equilibrado
Pierna derecha en la cincha, relajada
Pierna izquierda un poco atrasada
Hombro izquierdo ligeramente atrasado, mandando peso ligeramente sobre la nalga izquierda
Ligeramente mas contacto con la rienda exterior.
Invertir las ayudas simultáneamente
Atrasar el hombro derecho y mandar peso sobre la nalga derecha 1
Toque ligero de la pierna derecha atrás
Pierna izquierda en la cincha.
Ligera inversión de la flexión del caballo hacia la izquierda
Ligeramente más contacto en la rienda derecha

MIS CONSEJOS:

Lo importante es la preparación física y psicológica del caballo en el cambio de pie.
Buscar la redondez del galope y la relajación (caballo y.. jinete) antes del cambio de pie. .
Notar bien su galope, coger la cadencia que le conviene a vuestro caballo, y actuar exactamente en el mejor momento.
El cambio propiamente dicho - la inversión de las ayudas - debe hacerse con un mínimo de ayuda.
Hacer las ayudas con precisión, rápidas y ligeras.
Tener las piernas muy relajadas.
Actuar la gran mayoría de las veces con el músculo de la pantorrilla y eventualmente con la espuela.
La espuela debe tocar delicadamente pero con precisión... TAC!... Apartar ligeramente la pierna antes de tocar.
Durante los cambios de pie no despegaros del asiento pero adelantar y bajar la cintura.
Sobre todo no inclinaros hacia delante, no mirar si el cambio de pie esta hecho sino conservar la mirada en dirección a las orejas del caballo.
Estar muy calmado y no os agitéis.
Mantener siempre vuestro caballo calmado y relajado.
No dejar a vuestro caballo acelerarse o abrirse durante el cambio.
Guardar la misma cadencia y conservar la misma línea.
Conservar vuestro caballo recto sin retorcerse.
No es importante hacer muchos cambios de pie, sino de calidad.
Después de unos cuantos cambio de pie, pasar de nuevo por el mismo sitio muy calmadamente tranquilizándole, y sin cambiar de pie esta vez.

Primer Cambio de Pie

¿Cuándo puede pedírsele el primer cambio de pie?
Que es lo que el caballo debe saber hacer:
Estar relajado en la espalda adentro al paso y al trote.
Estar en la mano, saber pararse recto y retroceder.
Pasar del galope al paso y del paso al galope.
Estar calmado al galope, equilibrado, recto, ligero y tener una cierta redondez con una buena cadencia al galope.
Galopar en falso en todas las circunstancias.
Hacer serenamente buenas salidas al galope, a la mano y en falso, cuando se le pide, desde el paso y parado.
El caballo esta listo para su primer cambio de pie.

Aprendizaje del primer cambio de pie:
Primera manera de proceder: del galope por derecho al galope por derecho.
Cambio de pie de derecha a izquierda:
Buscar en vuestra sesión un galope bien equilibrado, relajado, redondo, a las dos manos, por derecho y en falso. Hacer algunas salidas al galope por derecho desde el paso y después al galope en falso, transición al paso, nueva salida, transición etc...
Hacer uno o dos círculos a derecha, el caballo activo, lento, recto, relajado.
Doblar en los dos tercios del tramo corto de la pista, coger una diagonal muy corta, caballo muy recto, con la misma cadencia, confirmar que las ayudas del galope a derecha son correctas.

En la pared actuar simultáneamente:
Atrasando bien marcado el hombro derecho.
Cerrando los dedos de la derecha.
Toque eléctrico de la pierna derecha ligeramente atrasado.
Tocando con la fusta sobre la nalga derecha.
El caballo ha hecho su primer cambio de pie
Recompensar
Recomenzar en el mismo sitio dos o tres veces y poner pie en tierra.
Recomenzar en el mismo sitio y a la misma mano dos o tres sesiones en los dias sucesivos.
Hacer lo mismo con la otra mano.
Durante algunas sesiones, terminar con la misma figura pero sin cambiar de pie, continuando con galope en falso sobre el mismo pie.
Alternar diagonales con y sin cambio de pie.
Otra manera de proceder: del galope por derecho al galope en falso
Cambio de izquierda a derecha
Partir al galope a izquierda después de hacer dos círculos.
Coger por el tramo largo y en el principio pedirle el cambio de pie de izquierda a derecha actuando de la siguiente manera:

Ligeramente antes del tramo largo, en el final del círculo, con una acción sutil de la rienda izquierda (ligeramente mas alta y ligeramente al interior) colocar la cabeza del caballo hacia la izquierda.
Cambiar de pie con una acción de la rienda izquierda y un atrasamiento del hombro izquierdo seguido instantáneamente de una acción de la fusta en la izquierda y de la acción de la pierna izquierda atrasada.
Notamos que se han utilizado en este caso mas bien las ayudas laterales. La acción de la rienda izquierda tiende a cerrar el lado izquierdo y a abrir el lado derecho: el caballo cambia de pie.
Otra manera de proceder: de por derecho a falso en la diagonal pasando por una transición al trote
Ver: Yo tengo un caballo demasiado reactivo, en Problemas Frecuentemente Encontrados.

MIS CONSEJOS:

Preparar vuestro galope con un trabajo al paso. Es mas fácil.
El redondeo del paso es muy importante: la calidad de vuestro cambio de pie depende de la calidad del paso que precede al galope.
Buscar un galope vibrante, saltado, relajado antes de cada cambio de pie.
No dejar las caderas adentro en el galope preparatorio.
Hacer las ayudas rápidas, eléctricas, pero nunca duras, pesadas.
Dar prueba de tacto ecuestre, de psicología: no pedir demasiado, recompensar y relajar sobre todo vuestro caballo.
Se puede, al principio del aprendizaje, acentuar el movimiento de cuerpo para amplificar el movimiento del caballo.
Las primeras veces, pedirle siempre en el mismo sitio el cambio de pie escogiendo el lugar mas propicio psicológicamente y físicamente para vuestro caballo.
Después de los cambios de pie aislados, repasar siempre el galope en el mismo sitio sin cambiar el pie, con calma.
Cuando confirméis el cambio de pie, alternar igualmente las trayectorias cambiando de pie y sin cambiar de pie.
Con un caballo más difícil, preferir la segunda manera de actuar.
De esta manera, los hombros y la mirada del jinete deben girarse, con nitidez, hacia el costado diametralmente opuesto al cambio de pie.
No dejar los hombros del caballo pegarse al muro durante los cambios de pie a lo largo de los tramos. Alejaros ligeramente del muro.

Problemas frecuentemente encontrados:

El caballo no cambia de pie
Si el caballo no está dispuesto a dar los cambios de pie: Ver "Cuando se puede pedir los primeros cambios de pie".
O el galope preparatorio no es suficientemente equilibrado, vibrante y relajado
O las ayudas no van con el movimiento, no se ejecutan en su momento o con precisión.
El caballo no cambia de adelante
La acción de las manos precede demasiado la acción de las piernas.
La acción de las piernas no es suficientemente precisa y no es aplicada en el mejor momento.
Si el caballo persiste, se puede completar la acción de la pierna por un toque de fusta sobre la nalga del mismo lado.
El caballo no cambia de atrás
El caballo no esta suficientemente recto. El se ha mantenido con la flexión del galope inicial por la mano del lado del galope: Invertir la flexión con mas nitidez.
El caballo cambia en dos tiempos, o de delante o de atrás
Las ayudas del jinete no son simultaneas; están mal coordinadas.
El caballo no está recto o de las caderas o de las espaldas.
El caballo cambia antes de la orden
El caballo a comprendido y se adelanta a la ayuda: Calmarle, tranquilizarle, volver a empezar confirmando las ayudas de la salida del galope. Si persiste pasar al mismo sitio sin cambiar el pie. Trabajar eventualmente en otro lugar.
El caballo se retrasa en el cambio
Falta de preparación en el galope que le precede
Falta de decisión y precisión en las ayudas.
El caballo no esta preparado en el momento de la ejecución.
El caballo se acelera antes del cambio
Hacer las ayudas menos fuertes. Calmar a vuestro caballo tranquilizándole con la voz, parar vuestro caballo después de algunos trancos y marchar a riendas largas. Volver a empezar con mucha calma.
El caballo se atraviesa y se balancea fuertemente
Las ayudas son demasiado fuertes. El cambio de pie es demasiado importante (guardar las riendas prácticamente igualadas) y/o la acción de la pierna es demasiado atrasada y demasiado apretada.
El caballo "estalla" durante el cambio de pie
O el caballo no está psicológicamente dispuesto a hacer los cambios de pie: Rehacer la doma para llegar a las condiciones requeridas (ver: Cuando se le puede pedir el primer cambio de pie).
O las ayudas son demasiado vivas y demasiado fuertes (en general la acción de la pierna y del cuerpo).
Actuar con mas tacto y dulzura. Tranquilizar y calmar antes y durante el cambio de pie.
O las manos retienen demasiado al caballo y no le dejan ejecutar el movimiento.
Tengo un caballo demasiado reactivo, a veces febril en su comportamiento.
Algunos caballos, de mucha sangre, muy reactivos, se defienden, explotan durante los primeros cambios de pie. Ahora bien el cambio de pie no puede hacerse por etapas sucesivas: desde luego se prepara durante mucho tiempo, pero se necesita pedir adecuadamente la totalidad del cambio de una sola vez.
Con estos caballos, seria mejor trabajar de la siguiente manera durante el aprendizaje.
(ejemplo de derecha a izquierda)
Trabajar las salidas al galope desde el trote, tanto a derecha como a izquierda, por derecho o en falso.
Obtener un galope redondo, calmado, vibrante y relajado a la vez.
Coger la diagonal al galope con la mano derecha y pasar muy calmadamente al trote al final del primer tercio. Volver a ejecutarlo varias veces.
Después del paso al trote, volver otra vez al galope a la izquierda al final del segundo tercio de la diagonal; terminar la diagonal y seguir sobre un círculo a la izquierda; recompensar.
Reducir poco a poco (con la mayor calma posible) los trancos al trote entre el galope a derecha y el galope a izquierda hasta dos y después hasta un tranco al trote.
Finalmente, ralentizar delicadamente vuestro galope con la derecha para ir hacia la transición al trote pero en lugar de pasar al trote, invertir con mucho tacto vuestras ayudas en X: El caballo cambia de pie.
Al principio del aprendizaje, con caballos afinados, se agitan mas al autorizar el cambio de pie (el caballo a comprendido) que al pedir el cambio de pie.
Mi caballo intercala un tranco de trote
Mi caballo cambia fácilmente de pie de derecha a izquierda, pero hace por sistema un paso de trote en el cambio de pie de izquierda a derecha.
Yo he ensayado diversos métodos (Nuno Oliveira, Philippe Karl, Raabe, Decarpentry...)y finalmente los vuestros: A la primera petición el hace el cambio de pie y más tarde el vuelve a caer en su defecto anterior anticipándose a mi petición y ejecutando un tranco de trote antes del cambio de pie.

¿Durante el aprendizaje de los primeros cambios de pie habéis pedido directamente el cambio de pie en el aire o habéis intercalado algunos trancos de trote?.
O lo uno o lo otro, esto es un problema interesante y difícil de resolver.
Yo pienso que hace falta cuidar particularmente los trancos al galope que preceden a la petición de cambio de pie, mas reunión, confirmar bien las ayudas del galope a la derecha, todo lo demás muy ligero, hacer las ayudas oportunas, rápidas, netas y precisas, para el cambio a derecha.

1.- Probar modificar vuestra forma de proceder, sentir y saber cual es el instante preciso en el que la petición debe hacerse, anticipando o retardando esta petición, actuando mas vivamente o mas blandamente, actuando con una acción del cuerpo mas neta, abriendo o cerrando mas vuestros dedos.

2.- Probar y determinar si en un sitio es más favorable (línea recta, diagonal, antes o después de la esquina), si es más fácil de falso a por derecho o inversamente, Si va mejor galopando hacia el cambio de pie con una cadencia constante, o disminuyéndola o aumentándola, cual es la vibración, la amplitud mas favorable de su galope.

3.- Buscar la colocación y el equilibrio (mas o menos colocado, mas o menos reunido, mas o menos asentado, nuca mas o menos baja, caballomas o menos libre...) el más favorable para vuestro caballo, donde le sale lo mejor.

Estos son mis consejos para trabajar este ejercicio, luego cada uno de vosotros se familiarizara con un método el que le resulte más fácil al caballo y a su jinete y así sacará sus propias conclusiones finales.
Yo siempre he dicho que cada jinete monta como la experiencia y el contacto con diferentes caballos y entrenadores le ha enseñado a lo largo de toda una vida.
Yo tengo mi propio método y es el que en este blog os he mostrado, solo espero que os ayude un poco en encontrar el vuestro propio.