miércoles, 25 de noviembre de 2015

Entender mejor la flexión de nuca


Amigos y seguidores de este nuestro blog en esta entrada les voy a hablar un poco de un tema que les puede interesar a todos aquellos jinetes que quieren entender mejor como se produce la flexión de nuca.
Uno de los problemas más frecuentes a los que se enfrenta un jinete cuando comienza a aprender a montar es el uso correcto de las riendas, por ese motivo hace unos meses les hable del uso correcto de las riendas, hoy les voy a hablar del objetivo del buen uso de las riendas: la correcta flexión de la nuca del caballo.

Muchos problemas se pueden evitar si los jinetes comprendieran mejor cómo funciona la musculatura y el esqueleto del caballo, cuando un caballo se entrega, nos da su dorso y flexiona su nuca, es entonces cuando comienza el momento en el que acepta la mano del jinete el caballo, ¿qué ocurre entonces? La llamada flexión longitudinal, la nuca se relaja y el cráneo y la primera vértebra cervical se mueven permitiendo que el perfil del caballo este en la vertical.

Profundizando más y siendo más técnicos, entre el hueso del cráneo llamado occipital y la primera vertebra llamada atlas esta la articulación atlanto occipital, que para hacernos una idea haría la función de una bisagra que permite un movimiento vertical del cráneo como si el caballo estuviera diciendo “si” con su cabeza.  Si se da la correcta flexión de esta articulación el caballo puede incurvar su cuello a la izquierda o derecha con facilidad, pero si esta articulación está extendida poniendo el hocico del caballo hacia arriba fuera de la línea vertical, no se puede conseguir una flexión lateral.

La única forma de saber si nuestro caballo es longitudinalmente sumiso, o sea que puede flexionar su nuca sin resistencia, es incurvando al caballo cuando avanzamos en línea recta. Cuando un caballo no quiere flexionar su nuca, entre otras razones puede ser debido a que el caballo tense la musculatura de la nuca, también porque cierra y aprieta la mandíbula debido a resistencia, nerviosismo o tensión psicológica.

Esta tensión de la nuca afecta al movimiento del caballo pues tensiona la musculatura de la base del cuello, las espaldas y en consecuencia restringe el movimiento del tercio anterior. También un cuello tensionado e invertido hunde el dorso del caballo, aquí se perjudica la correcta transmisión de la impulsión de los posteriores, o sea el caballo dará trancos cortos porque los pies están muy lejos del centro de gravedad y no utiliza bien su dorso.

Imaginemos que estamos montando un caballo joven, su tendencia natural durante sus primeras montas será la de subir la cabeza arriba por varias razones, entre ellas está la de querer ver lo que tiene enfrente y también la molestia y desequilibrio causados por llevar encima al jinete.

Un jinete con poco conocimiento de causa utilizaría su mano para bajar la cabeza del caballo, aquí puede surgir un grave problema, el caballo sube más la cabeza y deja rígido el cuello, el caballo así hunde el dorso y empezamos a crear dolor y tensión en el caballo en diferentes zonas.

Cuando la mandíbula y la nuca del caballo están relajadas porque las manos del jinete son suaves, el caballo tasca suavemente la embocadura, este acto reflejo estimula la producción de saliva y para el caballo es más cómodo aceptar las ayudas de riendas del jinete.

Mis consejos:

Con un caballo joven, montaremos hacia adelante con una mano muy suave que permita que el cuello del caballo se alargue hacia delante y abajo con la nariz del caballo a la altura del comienzo del pecho. Al principio el caballo bajara el cuello durante unos trancos, luego lo subirá, lo volverá a bajar... es todo un proceso no debemos de desesperar, cuando el caballo suba el cuello le pediremos más impulsión y el solo bajara otra vez su cuello, lo que no debemos en esta fase es intentar con nuestra mano corregir, utilizaremos pierna y fusta.

Cuando el caballo con el tiempo aprenda a llevar su cuello más tiempo “adelante y abajo” aprenderá a buscar el contacto de la mano del jinete, es este el momento en el que utilizando el círculo enseñaremos al caballo poco a poco una ligera incurvación.

Luego en los cambios de dirección utilizaremos esta ligera incurvación que debe de ser fácil de obtener así sabemos que el caballo acepta la flexión de nuca y en consecuencia nuestra mano.

En esta fase el cuello del caballo estará bien estirado hacia delante y abajo y el perfil de la cabeza estará en la vertical o un poquito delante, esta posición no solo ayudara al caballo a entender la correcta puesta en mano, también lo ayudara a fortalecer su dorso, con el tiempo el caballo aprenderá a llevarse solo con el jinete arriba, entonces el porte del cuello se elevara solo y podremos incurvar un poco más al caballo, este es el resultado de un buen trabajo de adiestramiento del caballo.

Si tenemos un caballo adulto con el vicio de subir el cuello y tensar la mandíbula, el procedimiento es parecido, lo impulsaremos sin restringir con la mano, cuando el caballo haga la intención de estirar su cuello “hacia delante y abajo” le permitiremos que lo haga y después mantendremos el contacto para darle la colocación adecuada a su cuello con una mano suave y hábil para descontraer la mandíbula con el suave tomar y ceder de rienda acompañado de la posición adecuada de pierna del jinete que lo haga todo el tiempo avanzar, sin la adecuada impulsión no se colocara el cuello y la nuca con facilidad en su correcta posición.

Hay caballos  que por tener una mala conformación de dorso y cuello tienen dificultades para ceder la nuca, con estos caballo se puede utilizar riendas auxiliares en el trabajo a la cuerda, una buena rienda auxiliar es la rienda triangular que permite al cuello del caballo moverse libremente hacia delante y abajo.

Cuando el caballo desarrolle mejor su musculatura de cuello y dorso, gracias al trabajo a la cuerda y el caballo con facilidad baje su cuello y ponga su cabeza en la vertical podemos proceder a montarlo y con ayuda de las piernas y una mano hábil y rápida para corregir y ceder cuando el caballo acepte la mano, conseguiremos que el caballo cada día mantenga solo el porte adecuado del cuello y la flexión de nuca tan importante para su trabajo futuro.