jueves, 2 de julio de 2020

Adiestramiento para salto 2.


Amigos del caballo! En este post les comparto unos consejos para caballos jóvenes de salto. Cuando un caballo debuta en una prueba pública, sufre un gran estrés, que se le supera con paciencia. Cuando el caballo salta relajado las primeras  pruebas a poca altura, le conduciremos  progresivamente a pruebas de  mayor  compromiso.  La  sensibilidad  del  jinete o  la  del  entrenador  o profesor, si  el jinete es  demasiado  joven  o inexperto para darse  cuenta de estos condicionamientos, es la encargada de avisamos, de que el caballo domina  esa  dificultad  y  es  capaz  de  pasar  la  página  y  emprender  la  dif icultad  siguiente.  Estos  progresos  se  materializan  en  las  competiciones y llevadas a los actuales programas diremos que los caballos debutan en las  pruebas  de  quinto,  cuarto  grupo  para  ir  escalando  dificultades  hasta llegar a las  de  primer  grupo y  pruebas internacionales,  cuando  la edad  y estado anímico lo requieran.
Pero para llegar a estas pruebas debemos comenzar por enseñar a saltar al  caballo, que tendrá  entre  tres  y cuatro  años.  Es  conveniente  retrasar  el comienzo de la enseñanza del salto, sobre todo si el caballo no está todavía  suficientemente  formado  físicamente  o  si  no  se  le  ha  podido  comenzar a trabajar a tiempo. A los  cuatro años el caballo está bastante hecho, recordaremos  a tal efecto que  en el hipódromo,  las  carreras  clásicas  se  corren  a los  tres  años, aunque estas comparaciones no son excesivamente válidas pues el PSI es muy precoz y comienza su vida hipodrómica  a los dos  años propiamente, pues un yearling (caballo de un año) es el caballo sin hacer, aunque galope. 
El  comienzo  de  la enseñanza  para saltar hemos  comentado  que se  iniciaba, saltando pequeños obstáculos en libertad o a la cuerda, ahora montado también repetiremos lo mismo, pequeños obstáculos que pueden ser desde barras en el suelo, a barras cruzadas o cavalettis. El jinete también debe protegerse, si protegemos al caballo contra golpes mediante colocación  de calcetines de manos  o protectores de pies o mediante vendas, el jinete debe llevar casco duro, pues una caída y golpe en cabeza no  es  raro, manejando  obstáculos  y potros,  la cabeza es  delicada.
Cuando  el  potro  obtiene una  buena condición  física,  tiene  los  músculos trabajados y bien desarrollados, comenzaremos por el paso de barras en el suelo,  o  mejor  una barra y poco  a poco  se  eleva a  su  soporte y se  colocan a distancia entre 1 m y 1,10 m para pasarlas al paso, pues si fuera el paso  de ellas  al trote la distancia  se  aumentaría hasta 1,30 m.  Estas  son distancias  normales que pueden ser variadas  teniendo en cuenta la constitución del  caballo. Para los  ponys se  acortarán hasta unos  0,90 m  para atravesar al paso y 1,10 al trote. Pero todo es relativo, porque un Shetland no es un pony  C y  la distancia variará. Hay  un procedimiento para calcular la distancia de cada caballo y es, en una pista limpia de huellas, pasar los cavalettis  y comprobar  que las huellas de las pisadas del potro quedan en el centro del espacio entre los dos cavalettis, caso contrario podremos variar esa distancia, aumentando o disminuyéndola. 
La  altura de  los  cavalettis se  aumentará, comenzando  por el último, cuando los anteriores se pasan con facilidad, relajado y levantando los pies y manos y bajando la cabeza-cuello, todo ello procurando no perder ni el ritmo, ni la cadencia y mucho menos la impulsión. La duración de un entrenamiento sobre cavalettis puede durar aproximadamente unos tres meses. 
En el primero: paso y trote sobre barras en el suelo. 
En el segundo: paso y trote sobre altura normal. 
En el tercero: paso y trote sobre altura máxima. 
Cada día se deben pasar cavalettis cuatro o cinco veces al paso y al trote en combinación con el trabajo normal. Cuando esto está bien  aprendido se podrá enseñar a saltar el último cavaletti, esto  es  así:  se  colocan  tres  o  cuatro  cavalettis  a  distancia entre ellos de  1,30  m  y se  atacan al trote y si al pasar el último cavaletti el caballo se  pone al galope,  y  este  es  relajado  y  confiado,  el  ejercicio  está  bien  realizado.  Cuando así ocurra, pondremos  otro doble a continuación a unos 3 m y atacaremos la calle nuevamente al trote, saltando el primer doble al trote y el segundo al galope. Cuando pongamos, como  último, un cavaletti triple procuraremos aumentar la distancia 3,50 m aproximadamente.
También podremos  montar  un obstáculo  de  fondo  en el  último  cavaletti poniendo  unos  postes  detrás  del  último  cavaletti, pero  siempre  con  poco fondo, pues si el fondo aumentara  tendríamos que aumentar la distancia entre el penúltimo cavaletti y el obstáculo de fondo,  poniéndolo  a 6 o 6,50 m para que quepa un tranco. Es  conveniente tras pasar la calle de cavalettis, disminuir  el aire con  paciencia  y sin dar tirones,  pues es  normal que el potro, al encontrase  libre, del pase de la calle se  alegre y aumente el aire, con  paciencia se  le debe restituir a  un aire inferior, sin darle  fuertes tirones,  pues  el potro  pronto asociará  la salida de la calle con los  tirones  y acelerará a la salida  del ejercicio, provocando la ira del jinete poco preparado.
También es muy conveniente salir de la calle de los cavalettis dando  giros a derecha e izquierda indistintamente o insistiendo sobre el lado que tenga  más  dificultad  el  potro,  que  suele  ser  el  derecho,  por  su  postura  en el vientre de la madre. También podemos  colocar barras en el suelo en abanico a derecha e izquierda de la calle de cavalettis para atacarla al paso por la parte más estrecha y por el centro al trote, procurando tengan, por esa parte 1,30 m Si  al  final  de  la  calle  ponemos  dos  obstáculos  a  6,50  estaremos  enseñando al potro a pasar un doble a 1 tranco. Si  al  final  de  la  calle  ponemos  otro  obstáculo,  que  puede  ser  de  fondo, a  unos  10 m  a  10,10 o  10,20  m  (según el caballo)  estaremos  enseñando  a saltar un triple. Y si  a  la  salida  de  la  calle  en  un  arco  de  unos  15  m  y  90º  ponemos  tanto a la derecha como a la izquierda, un obstáculo de fondo vertical, estaremos enseñando al potro a ligar un obstáculo con otro. Cuando todo esto esté bien aprendido, podemos saltar un obstáculo solo al galope, con o sin  barras en  el suelo,  atacando  de frente  y  volviendo una  vez  a  cada lado para efectuar un ocho de cifra con el obstáculo en el centro de los dos círculos. Se pueden hacer ejercicios muy diversos, comenzando por el paso y ejercitándolos al trote y galope, siempre procurando que el potro esté bien colocado y llevado entre piernas y manos, comenzando por un ejercicio muy fácil pero que nos pondrá a nuestra disposición  toda  la  flexibilidad del caballo, el ejercicio es «la espalda adentro» que ya dijimos anteriormente.
Estos ejercicios preparatorios para poder disponer de las fuerzas del caballo se intercalarán con paradas y medias paradas, las famosas transiciones, paso atrás, trotes largos, galopes sobre círculos pequeños para que no se acelere y poder cadenciar, galope en línea recta, comprobando la respuesta a la cadencia, el equilibrio, obediencia y rectitud, pues es fácil el alargar, pero siempre resulta más difícil acortar los aires, sobre todo el galope. También se  puede  comenzar  a ejercitar con  barras en  el suelo  en vez  de cavalettis: Seis barras en el suelo, puestas paralelamente a 1,30 m o 1,50 m para pasarlas  un par de  veces  al paso  en las dos  direcciones,  luego al trote, dejando  libertad al dorso,  para volver  a pasarlas  tras haber efectuado  una vuelta o círculo antes de  volver a enfrentarlas.
Podemos  continuar con barras cruzadas a poca altura, con una barra delante y otra detrás a unos 2,70 m o convertir las cruzadas en obstáculo vertical de dos barras, aumentar y disminuir  la velocidad del galope, combinando con cavalettis al trote o combinar dos ejercicios: Barra en el suelo, obstáculo vertical, 5 trancos, obstáculo vertical, barra en el suelo. Esto pasado en las dos direcciones,  reduciendo los 5 trancos centrales a 4 y 2. Pero todos los ejercicios los debemos aplicar a lo que le convenga a cada caballo, pues no hay dos caballos iguales, y ni siquiera en la cuadra habrá caballos que teniendo la misma edad  necesiten el mismo trabajo, pues  la  planificación  de  las  competiciones  nos  habrán  orientado,  en  los meses de más intensidad de competiciones, hacia un número determinado  de  ellas,  con  diferencia  de  dificultad,  según  la  planificación  sea hacia una meta nacional o internacional con los campeonatos de Europa, del mundo, juegos mundiales u olímpicos. Tendremos en cartera, trabajos de mantenimiento, para un caballo bien domado que no tiene necesidad de ningún rendaje especial y lo podemos mantener con un trabajo ligero de paso y círculos o vueltas, con las piernas atentas actuantes,  igualmente  sobre  diez  minutos  al  trote  en  círculo,  cediendo  a la pierna, sobre todo actuando con la pierna interior, pasando barras en el suelo  al  trote en las  dos  direcciones, como se dijo, un  par de veces,  al trote también sobre el obstáculo con barras delante y detrás, en las dos direcciones.
No  olvidar  saltar  en  ángulo  e  igualmente  en  círculo  o  con  barras  al  pie  y detrás pegadas al obstáculo. Esto se puede repetir  a mayor velocidad como recordatorio de las competiciones,  un par de  veces,  o  bien a  una cadencia  más  lenta  si  venimos  de una competición rápida y hay que restablecer el equilibrio.