domingo, 23 de julio de 2017

Caballos que se rascan demasiado.

Crin y colas dañadas
Amigos y seguidores de nuestro blog, estamos en verano y nuestros caballos pasan más tiempo en los potreros. A veces podemos observar que comienzan a rascarse la cola, la crin o otras partes del cuerpo.
Cuando veamos estos síntomas debemos de preocuparnos en averiguar el porque de ese comportamiento.
Son muchas las causas que obligan a un caballo a rascarse de forma poco usual.
Una de ellas son los acaros, en verano con el polvo aumenta su presencia, por ese motivo una buena higiene del caballo y su box nos ayudaran a terminar con su presencia.
Otra causa son los parásitos intestinales, por eso es importante desparasitar a los caballos periódicamente y con diferentes productos a lo largo del año. 
También las picaduras de insectos les son muy molestas, en especial si el caballo es alérgico a estas, estos caballos pasaran mejor el verano en zonas de montaña donde las noches son más frias.
La causa más común a lo largo del año por la que un caballo se puede rascar es la dermatofilosis, que es una dermatitis o inflamación de la piel del caballo provocada por la infección de Dermatophilus congolensis que es un microorganismo que sólo crece cuando las condiciones ambientales son óptimas para su desarrollo; es decir, cuando el caballo presenta pequeñas abrasiones en la piel y ésta se encuentra muy húmeda o mojada.
Por ello, es típico que las lesiones que sufre el caballo aparezcan en la zona de la silla, en épocas lluviosas y en que los caballos viven al aire libre. El aspecto de las lesiones es bastante típico: inicialmente se forman pequeñas costras que son cada vez más grandes y dolorosas. Cuando se arrancan, se elimina el pelo que las cubre y aparece una lesión en forma de cráter de color rojizo y con presencia de pus. La infección se puede extender y afectar también las extremidades del caballo.
Son muy molestas para el caballo las zonas afectadas con dermatitis, por eso se rasca y suele empeorar más el aspecto, por ese motivo hay que tratar cuanto antes las zonas afectadas, así evitaremos sufrimiento al caballo y destrozos que causan calvas en su pelaje.
Para el tratamiento, se utilizan simplemente baños de povidona yodada después de retirar las costras, pero lo más importante es evitar los factores de riesgo (humedad excesiva). Si nuestro caballo ha sufrido estos síntomas en alguna ocasión, es muy recomendable que el caballo no permanezca bajo la lluvia o que lo haga cubierto con una manta y debe secarse muy bien después de las duchas.