miércoles, 22 de agosto de 2012

Parasitos y desparasitación

    • Amigos y seguidores de este nuestro blog, ya quedan pocas semanas para que termine el verano aquí en España, empieza a refrescar y tenemos que dejar menos tiempo a nuestros caballos en su padock, cuando llega Septiembre siempre desparasitamos nuestros caballos por segunda vez en el mismo año.
      ¿Por qué desparasitarlos?
      El caballo puede albergar permanentemente parásitos. El caballo puede parasitarse al ingerir alimentos contaminados con estiércol.
      En el medio ambiente del caballo (hierba, agua, suelo de las cuadras y de los prados) numerosos parásitos sobreviven en estado microscópico. Los huevos o las larvas de los parásitos ingeridos en las comidas evolucionan hacia el estado adulto en el intestino del caballo y se reproducen. El caballo expulsa millones de huevos con las heces que van a su vez a contaminar los prados. La desparasitación periódica del caballo permite romper el ciclo parasitario y limitar así los riesgos de contaminación.
      El parasitismo, si no es controlado, puede acarrear graves consecuencias sobre la salud de su caballo. Todas las categorías de caballos, ponys y burros están afectados, de cualquier edad, raza y condición de vida.

      Consecuencias ligadas a la presencia de parásitos :
      -Bajada del estado general, con un pelo mate
      -Disminución del apetito
      -Cólicos
      -Diarrea o alternancia de diarrea y estreñimiento
      -Problemas y retraso del crecimiento en potros y yearlings
      -Peligros de aborto en la yegua gestante por cólicos
      -Enfermedades que pueden ser asociadas al parasitismo: cojeras, hemorragias, orquitis, dermatitis, neumonías llamadas también catarros de verano.
      Descripción de las principales enfermedades parasitarias:

      Grandes estróngilos
      En los caballos, los grandes estróngilos son parásitos frecuentes del intestino grueso, desde donde las larvas efectuan migraciones complejas a todo el organismo y son responsables de problemas variados y a menudo graves. Los potros son particularmente sensibles a este parásito.
      Entre las 3 especies principales de grandes estróngilos del caballo (Strongylus vulgaris, Strongylos edentatus, Strongylus equinus), el Strongylus vulgaris es el más patógeno y más frecuente.
      Su larva es la responsable de arteritis parasitarias. Los adultos miden de 3 a 5 cm de largo y se fijan en el ciego. En el ciego no tienen un papel patógeno importante, salvo en el caso de parasitismo masivo. Ponen millares de huevos que se van a transformar rápidamente en larvas en el medio exterior.
      Estas larvas presentes esencialmente en los pastos van a su vez ingeridas por los animales.
      A su llegada al intestino delgado, estas larvas atraviesan la pared intestinal y empiezan una lenta migración. Llegan a las pequeñas arterias del intestino y después a los grandes troncos arteriales que irrigan todo el tracto digestivo. Esta migración en las arterias conlleva la formación de coágulos que van a a obturar y deformar la pared de las arterias provocando la formación de aneurismas. Las larvas forman nódulos sobre la pared intestinal donde se transforman en adultos. El ciclo completo de desarrollo de estos vermes es invernal y dura de 6 a 7 meses.
      Los problemas ocasionados por las larvas de estróngilos son variados en función del tamaño de los aneurismas y de su localización. En los casos menos graves se observa un cierto cansancio y una bajada del rendimiento acompañadas de cólicos más o menos intensos. En los casos más graves, se puede ocasionar una rotura brutal de los aneurismas, y la muerte se produce entonces por hemorragia interna.
      La contaminación de los pastos por las larvas es máxima a mitad de la primavera y al principio del otoño, periodos donde las condiciones climáticas son las más favorables para su desarrollo. Se debe desparasitar, entonces, durante estos periodos. Se elegirá productos con actividad frente a los adultos, y sobre todo frente a las larvas en migración (EQVALAN).

      Pequeños estróngilos
      Los pequeños estróngilos (o ciatostomas) son los parásitos intestinales más frecuentes encontrados en los équidos. Más del 80% de los caballos contienen estos parásitos que se localizan a nivel del intestino grueso. Los adultos (de 5 a 10 mm de largo) viven en la superficie de la mucosa intestinal y eliminan grandes cantidades de huevos con las heces.
      Cuando las condiciones climáticas son favorables (clima templado y húmedo) los huevos evolucionan muy rápidamente en larvas en las praderas. Estas larvas son ingeridas con la hierba y se localizan en el intestino grueso. Penetran entonces en el interior de la mucosa intestinal. Las numerosas larvas son el origen de problemas digestivos variados y constituyen un factor que favorece la aparición de cólicos. Estas larvas pueden evolucionar ´´normalmente´´ y dar de nuevo adultos o bien enquistarse. Este fenómeno de enquistamiento tiene lugar en otoño o noviembre. Pequeños nódulos aparecen donde las larvas persisten de algunas semanas a algunos meses. Se puede contar hasta 600 pequeños quistes parasitarios por centímetro cuadrado de mucosa digestiva. Desde la salida al prado, en la primavera siguiente, las larvas se van a ´despertar´ muy rápidamente saliendo de los quistes, lo que implica una fuerte diarrea con adelgazamiento y deshidratación.
      La prevención de la infestación por pequeños estrógilos requiere la utilización de antiparasitarios activos contra los estados larvarios. Los periodos más favorables para los tratamientos son el fin del otoño (periodo en el que las larvas comienzan a enquistarse) y el principio de la primavera cuando las larvas emergen de sus quistes para transformarse en adultos.
      Para reducir el nivel de infestación de los pastos se utilizarán antiparasitarios activos contra los adultos en junio y septiembre (EQVALAN). Es decir, 4 desparasitaciones anuales con EQVALAN.

      Oxiuros
      Los oxiuros son vermes muy finos localizados en el intestino grueso y en el recto que parasitan a los caballos de todas las edades.
      No son parásitos peligrosos para el animal, pero provocan irritaciones en la región perianal que provocan picores locales. Como consecuencia de este prurito, los caballos infestados se frotan permanentemente contra las paredes, los comederos, etc., lo que produce depilaciones de la base de la cola (cola de rata) y a veces cambios del caracter del animal que se vuelve más irritable.
      Los oxiuros hembra ponen sus huevos en la región perianal. Estos huevos se rodean de una película pegajosa amarillenta que se adhiere fuertemente a la región perianal. Frotándose, el animal va a contaminar todo su medio ambiente. Los oxiuros pueden infestar caballos de cualquier edad, pero sobre todo aquellos que están en cuadras, puesto que los huevos se destruyen fácilemente en el exterior de los locales.

      La mayoría de los antiparasitarios son activos contra estos parásitos. Estos oxiuros son específicos de los équidos y no pueden transmitirse al hombre o a otros animales.
    • DESPARASITACION INTERNA EN EQUIDOS

      Descripción de las principales enfermedades parasitarias

      Ascaris
      Los áscaris de los équidos son vermes muy grandes (de 15 a 35 cm de longitud) de color blanquecino, que se localizan en el intestino delgado de los potros. Este parásito está sobre todo presente en los potros de menos de 2 años. Los adultos crean una cierta inmunidad que impide un desarrollo masivo de estos parásitos.
      En los potros se pueden encontrar numerosas decenas de estos grandes vermes. Conlleva un neto retraso del crecimiento, problemas digestivos y pueden, en algunos casos, provocar obstrucciones intestinales hasta una rotura del intestino delgado. Los áscaris adultos ponen millares de huevos (hasta 200.000 huevos por hembra y día) y las heces de ciertos potros contienen más de 50 millones de éstos por día.
      Estos huevos eliminados por las heces son extremadamente resistentes en el medio exterior puesto que están protegidos por una cubierta externa. Dispersos en los pastos, camas, corrales y establos, son absorbidos por los animales. En el intestino, estos huevos producen pequeñas larvas que van a atravesar la pared intestinal y después van a migrar hacia el hígado y posteriormente a los alveolos pulmonares por vía sanguínea. En el pulmón se localizan en el mucus y son posteriormente deglutidos con las expectoraciones. Caminan a lo largo del esófago y del estómago para volver al intestino donde en algunas semanas darán nuevos adultos.
      El ciclo completo dura de 10 a 16 semanas y no es raro encontrar áscaris adultos en gran número en los potros de 3 meses a de 2 años y medio. En efecto, los potros recién nacidos ingieren las heces de sus madres y pueden contaminarse desde los primeros días de vida. Es importante, por tanto, comenzar la desparasitación de los potros a la edad de 10 a 12 semanas para eliminar las primeras formas adultas. Seguidamente, durante el primer año de vida se desparasitará contra los áscaris cada 2 meses. Es importante igualmente desparasitar la yegua en el momento del parto, y después cada 2-3 meses de manera a limitar los riesgos de contaminación de su potro. La recogida regular de las heces es recomendable para cortar el ciclo del parásito.

      Gastrófilos (reznos del caballo)
      Son parásitos muy frecuentemente observados en los caballos y burros de todas las edades (en más del 80% de los équidos). Los reznos que se localizan en el estómago del caballo son las larvas de los moscardones de la especie del género Gasterophilus. Cuando son numerosos son susceptibles de ocasionar problemas digestivos, adelgazamiento, retraso en el crecimiento en jóvenes, y bajo rendimiento.
      Desde mayo a noviembre (en función de la climatología, en zonas de Extremadura y Andalucía se pueden ver desde febrero) las moscas depositan sus huevos sobre el pelo de los caballos ( patas delanteras y hombros, cara, alrededor de la boca). Los huevos son visibles puesto que se pegan en gran número en el extremo de los pelos y son de color amarillento.
      Los caballos ingieren los huevos lamiéndose. Estos eclosionan en la cavidad bucal y liberan una larva. La presencia de esta larva puede ocasionar un exceso de salivación o incluso náuseas cuando el animal come. En una especie de gastrófilos, la larva eclosionan en el pelo y migran a través de las mejillas provocando signos cutáneos. Estas pequeñas larvas llegan seguidamente al estómago, donde se fijan y crecen. Se pueden contar a veces hasta centenas.
      En octubre/noviembre esta larvas están en su máximo desarrollo, por lo que este periodo es el más favorable para desparasitar.
      Al final del invierno y al principio de la primavera, esta larvas se expulsan con las heces, donde son fáciles de identificar. Se transforman en pupa en el suelo y después en moscas adultas que irán su vez a poner huevos sobre los caballos.
      En cuanto al tratamiento, sólo algunas moléculas son eficaces para tratar este parásito, y la más eficaz es la ivermectina (EQVALAN). Hay otras moléculas eficaces, pero presentan una cierta toxicidad.

      Estrongiloides
      La estrongiloidosis es una afección parasitaria intestinal que se observa en el potro recién nacido. Los Strongyloides son vermes muy finos (2 a 9 mm de largo y 0,5 mm de ancho).
      Los vermes adultos vien en el intestino de la yegua y ponen huevos que evolucionan a larvas en el medio exterior. Seguidamente, estas larvas bien son ingeridas por el animal o bien penetran directamente a través de la piel. Efectuan varias migraciones en el organismo antes de localizarse en el intestino. Sin embargo, gran número de estas larvas van a localizarse en la mama de la yegua, y pueen pasar al calostro y la leche.
      De esta manera el potro recién nacido se contamina desde las primeras tomas de leche. Entre el nóveno y treceavo día de vida, el potro va a presentar una diarrea abundante, de color verdaceo y de olor no fétido. Esta diarrea profusa se acompaña de fuerte deshidratación, adelgazamiento y anemia y puede conllevar la muerte.
      Durante mucho tiempo se creyó que estas diarreas neonatales se debían a un cambio de la composición de la leche maternal correspondiente a la aparición del primer celo después del parto. En realidad, son los Strongyloides los responsables de estas diarreas. En los yearling y en los potros, los Strongyloides pueden provocar diarreas leves, mientras que en los caballos adultos no presentan ningún problema.
      La mayor parte de los antiparasitarios son activos contra este parásito, y particularmente la ivermectina. La prevención de esta afección en el potro pasa por la desparasitación de la yegua el día del parto o durante las 12 horas siguientes. Cuando el potro está con diarrea, se necesita desparasitarlo cada 2 semanas, acompañando de tratamientos sintomáticos para luchar contra la deshidratación.

      Las tenias
      En los équidos, las tenias adultas se fijan al nivel de la válvula ileo-cecal que representa la unión entre el intestino delgado y el ciego. Varias decenas o centenas de tenias se pueden localizar en este lugar lo que provoca problemas digestivos a veces importantes como una alternancia de diarrea y estreñimiento, enteritis, cólicos.
      Las tenias adultas emiten segmentos que contienen millones de huevos que son expulsados con las heces. Los huevos son ingeridos por pequeños ácaros microscópicos, los oribates, que pululan sobre los pastos y juegan el rol esencial de transformar los residuos vegetales en humus. Los caballos van a infestarse comiendo hierba en la que se encuentren estos ácaros. Después de la ingestión por los caballos, las larvas de tenias van a dar tenias adultas en 4-6 semanas. A medida que los animales pastan, el porcentaje de infestación por las tenias va aumentando y en octubre / noviembre la población parasitaria llega al máximo, y los primeros signos clínicos llegarán en el invierno.
      Los ácaros oribátidos persisten alrededor de 1 año sobre los pastos y no se inhiben por las heladas. Cuando los caballos salen al pasto en la primavera siguiente, se van a reinfestar.
      Los tratamientos curativos se efectuarán en primavera y otoño.
      Las tenias de los équidos son específicas y no pueden contaminar al hombre ni a los demás animales domésticos.