viernes, 12 de abril de 2013

El holsteiner.

Amigos y seguidores de este nuestro blog, en esta entrada de hoy les voy a hablar del caballo alemán de raza Holsteiner.
En todos mis viajes sea por el país que sea, siempre me he encontrado alguna persona que me habla maravillas de esta raza de caballos. Por este motivo hoy le vamos a dedicar estas lineas a un tipo de caballo que conozco muy bien porque trabaje en un Stud de esta raza y pude comprobar de primera mano que las virtudes para el salto que se le atribuyen son ciertas.
La raza de caballos holteiner es originaria de Schleswig-Holstein en el norte de Alemania. Su origen se remonta al S. XIII por eso se le considera una de las razas más antiguas de caballos de sangre tibia (warmblood). Se utilizaba a estos caballos como montura de guerra de los caballeros debido a su robustez y a su fortaleza. Casi tres siglos después se introduce sangre andaluza (PRE) para darle un porte más noble y bello, cosa muy frecuente en esa época era mejorar el aspecto de los caballos con sangre española. Y ya en el S.XX se cruzan con caballos Pura Sangre Inglés, buscando resistencia y dotándola de mayor velocidad y envergadura.
 Entre estos sementales pura sangre inglés destacó Ladykiller, nacido en Inglaterra en 1961, a quien junto con su hijo Landgraf I y otros sementales como Cor de la Bryère y Cottage Son, se les puede considerar las bases del holsteiner moderno. Hoy en día, por el contrario, los criadores de holsteiner apenas utilizan aportes extraños a la raza.
Según el reglamento de la Federación de Criadores de Caballos Holsteiner ("Verband der Züchter des Holsteiner Pferdes") el holsteiner tiene que ser atlético, con mucha expresión, dotes ideales para el deporte de salto de obstáculos, pero también para la doma clásica y el concurso completo. Junto a esto debe ser equilibrado y de buen carácter, y a la vez estar siempre activo y listo para el trabajo. El Holsteiner posee un cuerpo fuerte, que combina a la perfección fuerza y elegancia. Es esbelto y equilibrado. Su cuerpo es alargado y sus extremidades muy musculosas. Es un caballo muy alto, que oscila entre los 160 y los 173 centímetros de alzada. Su cruz está muy marcada, y su alargada grupa, inclinada. Su cabeza de perfil rectilíneo es larga y elegante, y en ella vemos unos grandes ojos tremendamente expresivos. Éstos denotan la inteligencia de este animal.
El Holstein es un caballo muy apreciado en las competiciones de salto y doma por su temperamento y su regularidad en los movimientos. Es, además, un caballo muy inteligente. 
La forma más sencilla de identificar a un holsteiner es por su hierro, una hache dentro de un escudo coronado, que se coloca en el anca izquierda (el hannoveriano se marca también con una hache, pero distinta y sin escudo ni corona). 
Los Holsteiners deben tener trancos amplios y elásticos, con impulsión originada en la grupa que se transmite a través de un lomo musculado. Su movimiento retiene parte de los rasgos de sus ancestros de tiro. El galope, que debe ser ligero, suave, equilibrado y dinamico, es el mejor aire del holsteiner. 
La principal virtud del holsteiner es su aptitud para el salto. Los antiguos holsteiner pesados tenían potencia y cubrían mucho terreno, pero eran descuidados y lentos. Las mejoras en la cría en los años 50 y 60 del siglo XX eliminaron estos defectos sin detrimento alguno de sus cualidades. 
Como en otras razas de caballos de las regiones vecinas de Oldenburg, Groningen y Frisia, las capas más frecuentes son oscuras: negro, castaño y castaño oscuro y con pocas marcas, aunque también se dan con frecuencia ejemplares alazanes y tordos. Para la Federación de Criadores de Caballos Holsteiner las capas pías, palomino o bayo no son deseables. 
En 2010 la raza holsteiner ocupó el segundo lugar en el ranking de salto por libros de orígenes publicado por la Federación Mundial de Criadores de Caballos de Deporte (WBFSH en sus siglas en inglés), el sexto en doma clásica y el décimo en concurso completo. Los holsteiners han obtenido un gran número de medallas en los Juegos Olímpicos. Por citar sólo las de oro: Cedric y Carlsson vom Dach (Pekín 2008), Fein Cera (Atenas 2004), Dobels Cento (Sidney 2000), Classic Touch (Barcelona 1992), Orchidee (Seúl 1988), y Robin y Trophy (Munich 1972) en salto; Granat (Montreal 1976) y Montevideo (Los Ángeles 1984) en doma clásica; y Marius (Pekín 2008) en concurso completo. 
El caballo Holsteiner tiene un studbook pequeño solo representa un 6% de la población de caballos de deporte europeos pero aún teniendo una pequeña representación en cantidad de individuos les podemos encontrar en los primeros puestos en las competiciones de salto y completo, también son buenos en enganche y doma clásica.

jueves, 4 de abril de 2013

Historia del salto.

Federico Caprilli.
Amigos y seguidores de este nuestro blog, el blog de los amantes del caballo y el deporte ecuestre, en esta entrada les hablaremos de la historía del salto de obstáculos disciplina que fue mejorada por Federico Caprilli que fué también un gran jinete de adiestramiento, se atrevio a inventar su propia técnica de la que se sirvio para alejarse de la monta tradicional por una más "al aire libre".
En 1868 empieza a aplicar sus métodos a sus alumnos, basando sus teorías en la libertad, en no producir dolor y en acoplarse siempre al equilibrio del caballo. En un mes su método convertía a los caballos más difíciles en sumisos y tranquilos, posteriormente tuvo que diseñar un nuevo tipo de montura adaptada a su forma de montar, la evolución de la montura de Caprilli es la montura de salto moderna que se utiliza hoy. Pero el salto de obstáculos es más antiguo que el método Caprilli.
No existen referencias específicas del origen del salto como deporte ecuestre, pero ya en la segunda mitad del siglo XVIII el salto a caballo era una parte imprescindible del deporte de la caza. En el siglo XIX, la caza a través de campos cercados aumentó, tanto en Gran Bretaña como en el continente. Es a partir de esta época cuando se mejoran las razas de caballos, consiguiendo una mayor habilidad física permitiendo galopar y saltar en velocidad, lo que daba las bases para los concursos modernos de saltos. Los primeros itinerarios realizados con una suerte de obstáculos dispuestos, que había que franquear más rápidamente posible y que consistían en barreras y rías y montículos de tierra naturales.
Las carreras de obstáculos no eran del todo populares ya que los espectadores no podían seguir el desarrollo de las mismas. Por lo que empezaron a realizarse competiciones en escenarios que fueran recintos acotados. Esto se conoció como 'lepping'. Así, el primer concurso de salto de obstáculos (clase 'lepping') se celebró en Irlanda en 1865 en el marco del Dublin Horse Show. Quince años más tarde, las competiciones de salto de obstáculos (clase 'lepping') llegaron a Inglaterra y para 1900, en las islas bitánicas la mayoría de los espectáculos ecuestres más importantes tenían concursos de saltos.
De algunos documentos se desprende que el nacimiento de los Concursos de Grand Prix se produjo en París en 1866. En 1900, en el marco de la Exposición Universal de París (1900), se incluyó durante los Juegos Olímpicos de 1900 la primera competición internacional de saltos ecuestres con tres pruebas individuales para jinetes, concurso de saltos, salto alto mixto y salto largo mixto. En 1906 los deportes ecuestres fueron propuestos para incorporarse de manera definitiva a los Juegos Olímpicos, hecho que ocurre a partir de los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912, y para los Juegos Olímpicos de París 1924 se inscribieron 99 jinetes de 17 países.
Por otra parte , a partir de 1902 Federico Caprilli, considerado el introductor de la equitación moderna con la monta en suspensión, técnicas de cabalgadura que alivian el lomo del animal y armonizan al jinete con el movimiento natural del animal, aporta innovaciones en la postura del jinete con la inclinación del busto hacia adelante al tiempo del salto, en la disposición adelantada de la silla de montar, en las longitudes cortas de los estribos y largas de las riendas, lo que hizo que se pudieran superar obstáculos cada vez de mayor altura. De esta manera Federico Caprilli consiguió el récord mundial de salto alto el 24 de mayo de 1902 montando a «Melapo», al batir una altura de 2,08 m (6 ft 9⅞ in).
Al fundarse en 1921 la Federación Ecuestre Internacional (FEI), se homologaron las reglamentaciones de las disciplinas ecuestres y de las distintas competiciones internacionales oficiales, incluyendo las de los Juegos Ecuestres Mundiales y los Juegos Olímpicos.
Con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de las competencias ecuestres internacionales eran exclusividad de oficiales del arma caballería de los distintos ejércitos nacionales. Desde que los eventos ecuestres fueron incluidos en el programa olímpico en los Juegos Olímpicos de París 1900 y luego desde su continuación desde los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912 hasta los juegos de Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 (en los cuales el francés Pierre Jonqueres d´Óriola ganó las preseas doradas), fueron militares los que dominaron las presentaciones olímpicas. En los juegos de Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 se introdujo por primera vez la participación de las amazonas en la equitación, siendo este uno de los deportes de gran aceptación en las citas olímpicas