Nuestros caballos de competición pasan parte del día al aire libre |
Amigos y seguidores de este nuestro blog, este mes me
gustaría hablarles de la importancia que tiene para el futuro manejo del potro
y su adiestramiento, el entorno que lo rodea.
El caballo es un animal gregario que en su hábitat natural
vive en manada y pasa la mayor parte del tiempo pastando y buscando ese pasto
que lo alimenta.
Su relación con sus congéneres se basa en la ayuda que se
prestan para sobrevivir como grupo, que quiere decir esto, pues el caballo
adulto enseña al joven a vivir bajo una jerarquía en la que un semental y una
yegua “alfa” enseñan al grupo de que forma deben de adaptarse al medio que los
rodea y a defenderse de sus peligros, también en donde deben de comer, en donde
deben de beber agua, en donde buscar abrigo del frio o del calor etc…
El potro aprende de la madre y la madre sigue al grupo. El
potro cuando se hace adulto ya conoce las reglas del grupo, si quiere las sigue
y si no intenta formar su propia manada.
Esta sería la forma de vida del caballo lejos del hombre y
para la cual ha nacido.
Ahora en el momento que el hombre cría caballos en
semilibertad el rol dominante lo tiene el ser humano, el potro aprenderá de su
madre a estar tranquilo en presencia del hombre, por eso es importante que
nuestras yeguas de cría tengan buen carácter y se dejen ramalear y dirigir a la
mano para que el potro vaya aprendiendo por imitación de su madre a seguir al
hombre.
En los años 70 y 80 se pensaba que el caballo actuaba según
sus instintos y que no analizaba apenas el entorno que lo rodeaba, así
justificaban la mala conducta de algunos caballos y su agresividad o miedo, que
gran error, el caballo si actúa por instinto, pero su actitud la condiciona
realmente todo lo que ha aprendido de su entorno a lo largo de su vida.
El caballo aprende solo algunas cosas y otras simplemente
las imita de sus congéneres.
La prueba más grande que tenemos de que el caballo es capaz de
aprender por observación o repetición es cuando lo adiestramos, muchas cosas
que les enseñamos nunca las haría el caballo por sí mismo ni en su estado
natural.
Ejemplo: el caballo
en libertad evita los obstáculos que se encuentra, no les salta si no le queda
alternativa, sin embargo el hombre es capaz de hacerle saltar más de un metro y
el caballo cuando lo aprende lo hace la mayoría de las veces sin dudar.
Por eso en este artículo quiero hacerles unas
recomendaciones basadas en la conducta natural del caballo que les serán de
ayuda para conseguir una colaboración más rápida con el hombre y en definitiva
un adiestramiento más rápido y efectivo.
La primera recomendación que quiero hacerles es la
relacionada con el medio en el que va a vivir el caballo. Cuando construyan su
cuadra, box o pesebrera háganlo pensando en que al caballo le agradaría más y
le daría menos miedo estar encerrado en un sitio bien ventilado, limpio y con
abundante luz, si es posible que tenga una ventana o una puerta abatible que le
permita ver el paisaje y a otros caballos cerca.
La segunda recomendación muy importante, el caballo debería
pasar mínimo ocho horas al aire libre en su padock o potrero en la época de
buen tiempo y cuando sea invierno seis.
Los potreros deberían de tener agua a su disposición lo
ideal sería que los pudieran compartir varios caballos juntos que se llevaran
bien para evitar accidentes.
Hay sementales que pueden ser agresivos con otros caballos a
estos no se les deberían de aislar se les puede colocar en un cercado eléctrico
desde donde puedan ver a otros caballos cerca para que se vayan acostumbrando a
su presencia y así poco a poco dejaran de ser tan agresivos.
Si tenemos a nuestros caballos en semilibertad en potreros,
mejorara su carácter, tendrán menos miedo, evitaremos vicios de cuadra o
enfermedades y si el potrero tiene pasto ahorraremos dinero en su alimentación.
Es muy positivo que los caballos se relacionen entre ellos
cuando están en semilibertad siempre aprenden a respetar al más fuerte esto nos
ayudara a la hora de domarlos pues ya saben que siempre hay alguien al que
deben de respetar y en nuestro caso obedecer . También los caballos en el
potrero se ayudan entre ellos aseándose o espantándose las moscas.
Mi última recomendación esta relacionada con su
adiestramiento, hay que intentar
trabajar poco a los caballos en lugares encerrados como los picaderos
cubiertos y también debemos procurar que trabajen acompañados de otros
caballos.
Un día o dos a la semana deberíamos pasear por el campo a
nuestros caballos para evitar rutinas y distraerles en plena naturaleza.
El trato del hombre debe de ser siempre amable hacia el
caballo, debe de transmitirle confianza y debe aprender a observarlo para poder
conocer su estado de ánimo y de salud y así saber actuar en consecuencia.
No podemos olvidar las recompensas, golosinas y caricias
cada vez que consigamos enseñar algo al caballo.
Al potro joven le viene bien trabajar detrás de otro caballo
tranquilo y experto tanto en pista como en el campo. Aprenderá a estar
tranquilo y a avanzar por imitación del veterano.
Estos métodos que respetan la naturaleza del caballo son los
que empleamos en nuestro centro de adiestramiento, para más información
contáctenos.