Con esta potra gane varios premios en España, fué una decisión acertada. |
Amigos y seguidores de este nuestro blog hoy en esta entrada les
voy a dar unos consejos para ayudarles a elegir un caballo adecuado para la
práctica de la doma clásica
(adiestramiento).
Muchas veces me ha tocado la responsabilidad de elegir caballos y yeguas para mis clientes, por suerte siempre hemos acertado. Es la experiencia la que nos ayuda ha tener un buen criterio a la hora de elegir buenos caballos.
Es importante tocar este
tema porque muchas veces me han preguntado mis alumnos que cualidades debe de
tener un buen caballo de adiestramiento, yo siempre les respondo de la misma
manera:
Un buen caballo debe de
tener una morfología adecuada para el trabajo que va ha desempeñar, si este
caballo además va ha ser destinado al adiestramiento es también importante que
tenga un buen paso, un buen trote y un buen galope, en definitiva lo que
llamamos buenos movimientos.
Cuando mis clientes me
piden consejo a la hora de elegir un caballo para semental o para hacer
adiestramiento, lo primero que hago es ver al caballo sin silla, quiero ver su
conformación.
Yo me fijo siempre de
delante atrás, primero miro su cabeza, no quiero que esta sea desproporcionada,
cuando digo desproporcionada me refiero a que esta no sea en relación al cuerpo
del caballo ni muy grande ni muy pequeña.
Las cabezas grandes
suelen ser pesadas y poco estéticas y las cabezas pequeñas tienen el defecto de
poseer bocas pequeñas, las bocas pequeñas no dejan que asienten bien las
embocaduras y peor aún cuando queramos ponerle un filete y bocado seguro que
tendremos problemas.
Después de ver su cabeza
me fijo en su boca y le miro los dientes, unos dientes sanos evitaran problemas
de nutrición y dolores a la hora de manejar las riendas.
Si debajo de la lengua,
en la parte de la boca que conocemos como barras veo alguna llaga, puedo
deducir que el caballo tiene por jinete a una persona con la mano muy dura, de
esta forma ya se que el caballo no será fácil de poner en las ayudas.
Los dientes también nos
dicen la edad del caballo y si estos están muy desgastados nos avisan que el
caballo traga aire o muerde la madera de su box.
Después de mirar la boca
del caballo me fijo en el tamaño y conformación de su cuello.
El cuello ideal no debe
ser ni corto ni muy largo, ni muy ancho de arriba, ni muy grueso por abajo, el
cuello corto y grueso en la garganta es un cuello difícil de manejar cuando
vamos montados.
Los cuellos muy finos por
arriba suelen pertenecer a caballos con la parte inferior del cuello muy
musculosa, es un problema serio pues tienen la musculatura desarrollada al
revés, cuando montemos estos caballos tendremos resistencias en su mandíbula
para conseguir una buena puesta en mano y todo debido a este defecto.
Cuando termino de ver su
cuello me fijo en la inserción de este en las espaldas, a mí no me gusta la
inserción del cuello ni muy baja ni muy alta.
La baja cuando montas te
da la sensación de que el caballo marcha cuesta abajo y aunque este su perfil
en la vertical con una buena puesta en mano siempre una inserción baja carga
las espaldas del caballo.
La inserción del cuello
muy alta tiene la desventaja de que ejerce mucha presión sobre el dorso del
caballo, estos caballos siempre dan la sensación de tener la cabeza muy elevada
y cuando están tensos hunden el dorso porque la suben en exceso.
Los caballos con la
inserción del cuello muy alta suelen tener movimientos más elevados con más
acción de rodilla.
Un caballo con esta
morfología necesita un trabajo específico que fortalezca su dorso para
conseguir un movimiento más hacia adelante y no tan elevado, así sus
posteriores transmitirán mejor la impulsión.
Bajando del cuello y su
inserción nos fijaremos en sus espaldas, unas espaldas rectas y verticales
tendrán poca acción así que su trote no será muy expresivo y le costara hacer
un trote medio de calidad.
Más abajo de las espaldas
nos encontramos con las extremidades anteriores, siempre buscaremos rectitud en
las extremidades tanto las anteriores como en las posteriores.
Los antebrazos no deben
de ser muy largos y las cañas proporcionadas con "buen hueso" o sea
que no sean de hueso fino.
Los tendones deberán de
verse sanos sin cicatrices ni vejigas igual que las articulaciones de los
menudillos que no deberán de tener tampoco vejigas ni otras retenciones de
líquidos conocidas también como bursitis.
Los pies lo son todo para
el caballo, así que evitaremos los caballos con cascos delicados y malos
aplomos.
Después de mirar las
extremidades anteriores llega el momento de mirar el dorso del caballo.
Siempre evitaremos los
dorsos largos y los dorsos hundidos o ensillados, siempre es preferible un
dorso tirando a corto y musculoso, también es preferible que este sea ancho.
Después de analizar el
dorso del caballo, me gusta fijarme en la grupa, no me gustan las grupas
demasiado altas, me gusta que sean musculosas y estén más bajas que la altura
de la cruz.
Por ultimo estudiaremos
la posición de los corvejones y las extremidades traseras.
Los corvejones no deben
ser ni rectos ni demasiado altos, tampoco deben de estar ni muy juntos ni muy
separados ambos defectos son malos, pero el peor defecto es que estén
juntos.
La rectitud de las
extremidades será importante, esto garantizara la correcta transmisión de la
fuerza de empuje. También nos fijaremos que las articulaciones estén limpias y
libres de cicatrices e inflamaciones.
Cuando hemos examinado el
físico del caballo, yo suelo pedir que lo muevan en libertad para ver sus
movimientos al natural.
Viéndolo en libertad nos
fijaremos si tiene un buen paso, un buen trote y buen galope, aquí podemos
observar también si el caballo manifiesta alguna cojera.
Por ultimo lo veremos
montado para comprobar su carácter y habilidades, aquí volveremos a poner
atención en los movimientos si son correctos y si no manifiesta cojera alguna.
En esta fase yo suelo
subirme y probar el caballo para asegurarme su grado de adiestramiento pasada
esta prueba ya sé si el caballo le puede servir a mis alumnos.
Ahora este análisis no
garantiza que el caballo este al 100% sano, para asegurarnos yo recomiendo un
examen veterinario completo y si el veterinario nos da el visto bueno ya
tenemos el caballo adecuado.