Amig@s del caballo! en esta entrada les quiero hablar de los abscesos, es algo muy común que debemos de conocer para evitar sus consecuencias.
Los abscesos producen dolor y presión dentro del casco del caballo, por eso cojean al caminar, no se debe de confundir este dolor con una lesión deportiva , no tiene nada que ver.
El absceso de los cascos ocurre cuando las bacterias y los desechos entran en el casco del caballo. La respuesta del cuerpo es enviar células y enzimas a la zona, formando un material purulento. A medida que el material purulento se acumula, acumula presión bajo la pezuña. A menudo uso la analogía de una ampolla de sangre debajo de la uña, que aumenta la presión y causa dolor hasta que se alivia la presión.
Las bacterias y los desechos pueden entrar a través de la pared del casco de varias maneras. El punto de entrada más común es a través de la línea blanca de la pezuña. Cuando la pared del casco se separa de la suela alrededor de la línea blanca, la suciedad y los escombros se embalan en los huecos. A medida que el caballo camina, cada vez más escombros se fuerzan hacia arriba. Las bacterias también pueden entrar a través de una punción en el pie desde una piedra afilada o un objeto como un clavo que pisa el caballo.
Los signos clínicos de un absceso son cojera con o sin lo siguiente: calor en el pie, aumento del pulso digital, hinchazón de la cuartilla, sensibilidad a la presión en el casco o una zona suave y sensible alrededor de la banda coronaria o los bulbos del talón. La cojera a menudo se desarrolla repentinamente y puede variar de muy leve a muy pronunciada.
Póngase en contacto con su veterinario inmediatamente si sospecha de un absceso, especialmente si hay un objeto penetrante en el pie, como un clavo. Si el objeto no corre el riesgo de ser forzado a profundizar en el pie, déjelo en su lugar hasta que llegue el veterinario. Si debe quitarlo, guarde el objeto y marque la ubicación con un marcador permanente, ya que el tamaño, la ubicación y la dirección de la penetración pueden marcar una gran diferencia en el tratamiento y el pronóstico. Cuando llegue el veterinario, descartará otras causas de la cojera, como una fractura u otra lesión. Si es posible, intentará identificar la ubicación y abrir el absceso.
Desafortunadamente, no todos los abscesos se pueden abrir inmediatamente. Pueden tomar días, semanas o incluso meses antes de que se consoliden o pueden viajar hasta la pared del casco y romperse en la banda coronaria. Estos son los más frustrantes y a veces se pueden confundir con otra fuente de cojera.
Los tratamientos pueden variar dependiendo de cómo se desarrolle el absceso y de las preferencias de su veterinario, pero lo más importante es asegurarse de que su caballo esté al día en la vacunación contra el tétanos. Se pueden administrar antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como la butamina o la banamina para el dolor y la inflamación. Se puede utilizar una variedad de remojos, vendas o cataplasmas. Rara vez se administran antibióticos o son apropiados, excepto cuando hay riesgo de afectación ósea, articular o tendinosa.
La mejor manera de evitar que se formen abscesos en los cascos es tener un buen trabajo del herrero porque son más propensos a formarse cuando la pared del casco se vuelve demasiado larga y comienza a separarse en la línea blanca. La gran mayoría de los caballos deben ser recortados al menos cada seis semanas y algunos más a menudo. Los abscesos son fuentes de cojera muy frecuentes, a menudo muy dolorosos y a veces fácilmente tratables. Si sospecha de un absceso, llame a su veterinario inmediatamente para obtener más instrucciones.
jueves, 11 de julio de 2019
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