Amig@s del caballo! Hoy les quiero hablar de la laminitis (hinchazón de la lámina del casco) también es conocida con el nombre de infosura, es un problema frecuente y en ocasiones causa daños irreparables en el casco. Esta patología afecta a todos los miembros de la familia equina : caballos, ponis, burros, mulas y caballos salvajes. El proceso de la enfermedad consiste en que se separa la union entre la pared del casco y la falange distal, lo que normalmente se llama hueso del casco, hueso pedio o tercera falange.
La falange distal/hueso del casco en el caballo es similar al hueso de la punta del dedo central de los humanos.
Está encajado por completo en el casco. Igual que con la uña humana, la pared del casco está fuertemente sellada al hueso del casco con una unión de piel y epidermis.
La unión pared del casco-hueso del casco es lo único que impide que el peso del caballo (aproximadamente 500 kg) saque el hueso del casco a través de la parte de abajo de la suela del casco. Esta unión debe ser lo suficientemente fuerte como para soportar la presión que soporta el casco al galopar, y lo suficientemente flexible como para dejar que la pared del casco crezca.
Para que la resistencia de la unión pared del casco-hueso del casco sea máximo, está conectada por varios cientos de pliegues conocidos como láminas. La superficie de cada lámina se pliega también en muchas láminas secundarias más pequeñas, que aumentan aún más el área de superficie y, por tanto, la resistencia de la unión pared del casco-hueso del casco.
Como las láminas están formadas por células vivas con un abundante suministro de sangre y nervios, la unión pared del casco-hueso del casco pueden padecer gran variedad de enfermedades sistémicas que pueden favorecer la aparición de laminitis.
Causas principales:
Exceso de grano en la dieta.
Comer pastos muy verdes y de tamaño más grande de lo habitual, por ejemplo hierbas de primavera, alfalfa fresca...
Enfermedad intestinal grave: diarrea o cólico quirúrgico.
Septicemia (bacterias que circulan por el torrente sanguíneo) debido a, entre otras causas a:
Pleuroneumonía.
Infección del útero debido a la retención de la placenta en yeguas recién paridas.
Peritonitis septicémica (infección de la cavidad del vientre).
Sobrepeso y problemas derivados de cargar más peso de lo normal en una o varias extremidades (ejemplo: el caballo pisa sobre un clavo en la extremidad delantera izquierda y no puede cargar peso; si el problema de la extremidad delantera izquierda no se resuelve, la pata delantera derecha tiene un mayor riesgo de presentar laminitis por cargar la mayor parte del peso esto se llama laminitis de extremidad contralateral)
Factores que contribuyen:
Demasiados glucocorticoides circulantes; enfermedad de "Cushing" del caballo o administración de corticosteroides.
Síndrome metabólico: normalmente por obesidad.
Comer alcaloides del cornezuelo del centeno, como los que hay en el heno o el pasto infestado de endófitos.
No hacer ejercicio (con frecuencia asociada con la obesidad).
Exceso de ejercicio físico que deja agotado al caballo.
Golpes excesivos en los cascos por hacer ejercicio sobre una superficie dura: “infosura de carretera”
Estrés: ocupación o entorno de estrés elevado, transporte a larga distancia, hospitalización.
Formación deficiente del casco o recorte o herrado inadecuado.
Antecedentes de laminitis: daño anterior de la vasculatura digital o de la dermis laminar.
Los signos de laminitis varían con la intensidad del daño a la lámina y dependiendo de si el caso de laminitis es agudo (tiene horas o días) o crónico (dura más de una semana). El signo más habitual sería una cojera que puede variar de un leve cabeceo a la imposibilidad del caballo de cargar peso o de estar de pie, con el aspecto de caminar con temor al dolor, también el caballo se puede apoyar sobre los pies y liberar el peso sobre sus anteriores.
Otros síntomas:
Un aumento de la presión del pulso digital en las arterias de suministro a la extremidad afectada, (recibe el nombre de pulso digital alterado) y que la pared del casco se sienta caliente al tacto. La laminitis aparece en la mayor parte de los casos en las patas delanteras y en las dos patas delanteras, pero también puede suceder en los cuatro cascos, especialmente con una enfermedad sistémica circulante.
Sea cual sea la causa, si la lámina está suficientemente afectada, el hueso del casco puede:
Girarse hacia abajo dentro de la cápsula del casco, obligando a la punta del hueso a ir hacia abajo, sobre la dermis de la suela de esa zona afectada.
Toda la columna ósea puede caer o “hundirse” dentro de la cápsula del casco, provocando un dolor intenso y una lesión vascular amplia. El hundimiento puede producirse de forma pareja o no pareja dentro de la cápsula del casco.
Tratamiento:
Se inyectan antiinflamatorios muy fuertes y se pueden utilizar las terapias con frío y hielo como las "iceboots" que se utilizan en U.S.A.
Esta patología tiene una recuperación muy lenta y es un tratamiento que suele ser muy costoso, por eso la prevención es muy importante.
Evitemos tener a los caballos con sobrepeso y cuidado con la alimentación.
La falange distal/hueso del casco en el caballo es similar al hueso de la punta del dedo central de los humanos.
Está encajado por completo en el casco. Igual que con la uña humana, la pared del casco está fuertemente sellada al hueso del casco con una unión de piel y epidermis.
La unión pared del casco-hueso del casco es lo único que impide que el peso del caballo (aproximadamente 500 kg) saque el hueso del casco a través de la parte de abajo de la suela del casco. Esta unión debe ser lo suficientemente fuerte como para soportar la presión que soporta el casco al galopar, y lo suficientemente flexible como para dejar que la pared del casco crezca.
Para que la resistencia de la unión pared del casco-hueso del casco sea máximo, está conectada por varios cientos de pliegues conocidos como láminas. La superficie de cada lámina se pliega también en muchas láminas secundarias más pequeñas, que aumentan aún más el área de superficie y, por tanto, la resistencia de la unión pared del casco-hueso del casco.
Como las láminas están formadas por células vivas con un abundante suministro de sangre y nervios, la unión pared del casco-hueso del casco pueden padecer gran variedad de enfermedades sistémicas que pueden favorecer la aparición de laminitis.
Causas principales:
Exceso de grano en la dieta.
Comer pastos muy verdes y de tamaño más grande de lo habitual, por ejemplo hierbas de primavera, alfalfa fresca...
Enfermedad intestinal grave: diarrea o cólico quirúrgico.
Septicemia (bacterias que circulan por el torrente sanguíneo) debido a, entre otras causas a:
Pleuroneumonía.
Infección del útero debido a la retención de la placenta en yeguas recién paridas.
Peritonitis septicémica (infección de la cavidad del vientre).
Sobrepeso y problemas derivados de cargar más peso de lo normal en una o varias extremidades (ejemplo: el caballo pisa sobre un clavo en la extremidad delantera izquierda y no puede cargar peso; si el problema de la extremidad delantera izquierda no se resuelve, la pata delantera derecha tiene un mayor riesgo de presentar laminitis por cargar la mayor parte del peso esto se llama laminitis de extremidad contralateral)
Factores que contribuyen:
Demasiados glucocorticoides circulantes; enfermedad de "Cushing" del caballo o administración de corticosteroides.
Síndrome metabólico: normalmente por obesidad.
Comer alcaloides del cornezuelo del centeno, como los que hay en el heno o el pasto infestado de endófitos.
No hacer ejercicio (con frecuencia asociada con la obesidad).
Exceso de ejercicio físico que deja agotado al caballo.
Golpes excesivos en los cascos por hacer ejercicio sobre una superficie dura: “infosura de carretera”
Estrés: ocupación o entorno de estrés elevado, transporte a larga distancia, hospitalización.
Formación deficiente del casco o recorte o herrado inadecuado.
Antecedentes de laminitis: daño anterior de la vasculatura digital o de la dermis laminar.
Los signos de laminitis varían con la intensidad del daño a la lámina y dependiendo de si el caso de laminitis es agudo (tiene horas o días) o crónico (dura más de una semana). El signo más habitual sería una cojera que puede variar de un leve cabeceo a la imposibilidad del caballo de cargar peso o de estar de pie, con el aspecto de caminar con temor al dolor, también el caballo se puede apoyar sobre los pies y liberar el peso sobre sus anteriores.
Otros síntomas:
Un aumento de la presión del pulso digital en las arterias de suministro a la extremidad afectada, (recibe el nombre de pulso digital alterado) y que la pared del casco se sienta caliente al tacto. La laminitis aparece en la mayor parte de los casos en las patas delanteras y en las dos patas delanteras, pero también puede suceder en los cuatro cascos, especialmente con una enfermedad sistémica circulante.
Sea cual sea la causa, si la lámina está suficientemente afectada, el hueso del casco puede:
Girarse hacia abajo dentro de la cápsula del casco, obligando a la punta del hueso a ir hacia abajo, sobre la dermis de la suela de esa zona afectada.
Toda la columna ósea puede caer o “hundirse” dentro de la cápsula del casco, provocando un dolor intenso y una lesión vascular amplia. El hundimiento puede producirse de forma pareja o no pareja dentro de la cápsula del casco.
Tratamiento:
Se inyectan antiinflamatorios muy fuertes y se pueden utilizar las terapias con frío y hielo como las "iceboots" que se utilizan en U.S.A.
Esta patología tiene una recuperación muy lenta y es un tratamiento que suele ser muy costoso, por eso la prevención es muy importante.
Evitemos tener a los caballos con sobrepeso y cuidado con la alimentación.