En todos mis viajes sea por el país que sea, siempre me he encontrado alguna persona que me habla maravillas de esta raza de caballos. Por este motivo hoy le vamos a dedicar estas lineas a un tipo de caballo que conozco muy bien porque trabaje en un Stud de esta raza y pude comprobar de primera mano que las virtudes para el salto que se le atribuyen son ciertas.
La raza de caballos holteiner es originaria de Schleswig-Holstein en el norte de Alemania. Su origen se remonta al S. XIII por eso se le considera una de las razas más antiguas de caballos de sangre tibia (warmblood). Se utilizaba a estos caballos como montura de guerra de los caballeros debido a su robustez y a su fortaleza. Casi tres siglos después se introduce sangre andaluza (PRE) para darle un porte más noble y bello, cosa muy frecuente en esa época era mejorar el aspecto de los caballos con sangre española. Y ya en el S.XX se cruzan con caballos Pura Sangre Inglés, buscando resistencia y dotándola de mayor velocidad y envergadura.
Entre estos sementales pura sangre inglés destacó Ladykiller, nacido en Inglaterra en 1961, a quien junto con su hijo Landgraf I y otros sementales como Cor de la Bryère y Cottage Son, se les puede considerar las bases del holsteiner moderno. Hoy en día, por el contrario, los criadores de holsteiner apenas utilizan aportes extraños a la raza.
Según el reglamento de la Federación de Criadores de Caballos Holsteiner ("Verband der Züchter des Holsteiner Pferdes") el holsteiner tiene que ser atlético, con mucha expresión, dotes ideales para el deporte de salto de obstáculos, pero también para la doma clásica y el concurso completo. Junto a esto debe ser equilibrado y de buen carácter, y a la vez estar siempre activo y listo para el trabajo. El Holsteiner posee un cuerpo fuerte, que combina a la perfección fuerza y elegancia. Es esbelto y equilibrado. Su cuerpo es alargado y sus extremidades muy musculosas. Es un caballo muy alto, que oscila entre los 160 y los 173 centímetros de alzada. Su cruz está muy marcada, y su alargada grupa, inclinada. Su cabeza de perfil rectilíneo es larga y elegante, y en ella vemos unos grandes ojos tremendamente expresivos. Éstos denotan la inteligencia de este animal.
El Holstein es un caballo muy apreciado en las competiciones de salto y doma por su temperamento y su regularidad en los movimientos. Es, además, un caballo muy inteligente.
La forma más sencilla de identificar a un holsteiner es por su hierro, una hache dentro de un escudo coronado, que se coloca en el anca izquierda (el hannoveriano se marca también con una hache, pero distinta y sin escudo ni corona).
Los Holsteiners deben tener trancos amplios y elásticos, con impulsión originada en la grupa que se transmite a través de un lomo musculado. Su movimiento retiene parte de los rasgos de sus ancestros de tiro. El galope, que debe ser ligero, suave, equilibrado y dinamico, es el mejor aire del holsteiner.
La principal virtud del holsteiner es su aptitud para el salto. Los antiguos holsteiner pesados tenían potencia y cubrían mucho terreno, pero eran descuidados y lentos. Las mejoras en la cría en los años 50 y 60 del siglo XX eliminaron estos defectos sin detrimento alguno de sus cualidades.
Como en otras razas de caballos de las regiones vecinas de Oldenburg, Groningen y Frisia, las capas más frecuentes son oscuras: negro, castaño y castaño oscuro y con pocas marcas, aunque también se dan con frecuencia ejemplares alazanes y tordos. Para la Federación de Criadores de Caballos Holsteiner las capas pías, palomino o bayo no son deseables.
En 2010 la raza holsteiner ocupó el segundo lugar en el ranking de salto por libros de orígenes publicado por la Federación Mundial de Criadores de Caballos de Deporte (WBFSH en sus siglas en inglés), el sexto en doma clásica y el décimo en concurso completo. Los holsteiners han obtenido un gran número de medallas en los Juegos Olímpicos. Por citar sólo las de oro: Cedric y Carlsson vom Dach (Pekín 2008), Fein Cera (Atenas 2004), Dobels Cento (Sidney 2000), Classic Touch (Barcelona 1992), Orchidee (Seúl 1988), y Robin y Trophy (Munich 1972) en salto; Granat (Montreal 1976) y Montevideo (Los Ángeles 1984) en doma clásica; y Marius (Pekín 2008) en concurso completo.
El caballo Holsteiner tiene un studbook pequeño solo representa un 6% de la población de caballos de deporte europeos pero aún teniendo una pequeña representación en cantidad de individuos les podemos encontrar en los primeros puestos en las competiciones de salto y completo, también son buenos en enganche y doma clásica.