Grandioso en Rio 2016 |
Todas las razas de caballos se mantienen y se crían con un objetivo, por ejemplo, el caballo PSI (Pura Sangre Inglés) se cría para las carreras.
Si una persona decide criar caballos, debe tener en cuenta varios factores, entre ellos, uno de los más importantes: ¿Cuál es el fin de criarlos?
En la mayoría de los casos, el objetivo es la venta, entonces un criador debe saber qué tipo de caballo tiene más demanda entre los aficionados a la equitación.
Los deportes hípicos con más éxito en la actualidad, son el Salto, el adiestramiento (dressage) y el concurso completo, las tres disciplinas son olímpicas.
Para afirmar estos datos, me baso en el número de participantes en pruebas internacionales; estas tres disciplinas son las que mayor representación tienen en juegos olímpicos.
Un criador de caballos de raza, se tiene que especializar en un campo; la mayoría vende caballos para el deporte. Hay un número importante de criadores de caballos de salto en todo el mundo y suelen venderlos a precios altos; estos ejemplares cumplen con determinadas cualidades, se supone que son hijos de caballos de probada eficiencia en el salto, que pertenecen al grupo de caballos de razas abiertas, (ejemplo: holsteiner, silla francés...). Aquí tenemos entonces un campo en el que un criador se especializa, este a su vez, puede pertenecer a un grupo definido de criadores que se asocian con un interés común para mantener un criterio selectivo, agrupado dentro de los parámetros que forman una raza, ejemplo: criadores de caballos de raza westfaliana para salto.
El objetivo de la crianza del caballo PRE,
es conservar las cualidades físicas y las características raciales; se crían
caballos dentro de lo que se conoce como raza cerrada, es decir, solo entre
caballos registrados como PRE; no se puede meter sangre de otra raza para
mejorar esta, o conseguir alguna cualidad extra, como se hace en otras razas
abiertas.
Sin embargo, por mantener la pureza de
una raza se corren varios riesgos, primero: problemas de consanguinidad; y
segundo: la limitación a la hora de mejorar cualidades físicas que no se
encuentran dentro de la raza.
Empezando con la elección del semental y
de la yegua que este cubrirá.
Un buen ganadero debe de conocer a sus
yeguas y también debe tener suficiente información sobre el semental elegido
para cubrirlas.Solo de esta manera, se podrá mejorar en el potro por nacer, los puntos débiles de la madre y del padre.
Ejemplo: para una yegua con dorso largo y extremidades cortas, buscaremos un semental comprobadamente de dorsos cortos y extremidades más adecuadas en su descendencia.
Si tenemos yeguas muy correctas en su morfología, buscaremos entonces mejorar los puntos débiles de su descendencia.
Ejemplo: cruzar yeguas y caballos con buen paso, buen trote y galope, buscar sementales con fuerza en los posteriores y que transmitan un carácter adecuado para el esfuerzo que requiere el deporte, es decir, que no sean demasiado asustadizos, para que se puedan concentrar, ni demasiado calientes, para que no se desgasten rápido.
El objetivo de la cría:
El objetivo de cualquier criador es
conseguir que sus caballos se vendan con facilidad.
En el caso del caballo PRE le podemos
añadir un objetivo más, la preservación de las características raciales propias
del caballo que motivan criadores amantes de esta raza.Hasta ahora, el éxito de otras razas, ha radicado en los éxitos deportivos, tanto de sus reproductores, como de sus descendientes, en resumen: los triunfos deportivos atraen compradores; premios es igual a calidad y esta tiene un precio.
En el caso del caballo PRE le podemos
añadir como incentivo los trofeos que se otorgan a los caballos en los
concursos morfológicos que siempre atraen a los compradores y ganaderos.
Hace años, el éxito en la venta de
caballos PRE, lo tenían las ganaderías que ganaban premios en concursos
morfológicos, sin embargo, para beneficio de la raza, el mercado se ha abierto
hacia otras vertientes como las destinadas al deporte. Por este motivo, hoy por
hoy, empiezan a tener éxito los ganaderos que ofrecen caballos de silla, es
decir, caballos con aptitudes para ser competitivos en los deportes en los que
destaca el PRE.
Por este motivo yo creo también que los
ejemplares más enrazados se deberían mantener para recordar al PRE antiguo el
precursor, pero otro segmento podría enfocarse a la
cría de caballos para el deporte, para posicionar más esta raza y abrir campos
de acción y mayor mercado.
Mi recomendación es la cría del caballo
PRE enfocado a la doma clásica y me baso en cifras, la mayoría de caballos PRE
que se venden desde España, hacia otros países europeos, están destinados en su
mayoría a este deporte, ya sea de alta competición o práctica de aficionado,
pero ya salen con un objetivo fijado, el resto de caballos exportados, la
mayoría yeguas, están destinados a la cría.
¿Qué hacer como criador? Vender yeguas
para cría no es la solución, el mercado se satura y bajan los precios.
El caballo PRE está en continua
expansión, cada vez se cría en más países y cada año nacen más ejemplares.
Hablemos en cifras: durante el año 2015,
se registraron en la ANCCE 2500 nuevos ganaderos
procedentes de varios países, entre ellos como novedad aparecen criadores en
Baréin, Estonia, Lituania, Jordania, Brasil.
Estas cifras son muy respetables, dando una importancia relevante al caballo PRE, ahora estas cifras en expansión también deben de preocuparnos porque debemos de procurar la cría de calidad, no la de cantidad. Los responsables a la hora de valorar como reproductor un ejemplar deben de ser cuidadosos ya que de ello depende que los ejemplares reproductores, sean para mejora de la raza y no al revés.
En razas de éxito, como el caballo
holandés, los sementales pasan por diferentes pruebas que duran días. En dichas
pruebas, el criterio más influyente para aprobar un caballo como semental, son
sus cualidades para el deporte, el semental que supera las pruebas, obtiene el
prestigio necesario para ser considerado reproductor.
En España, las características raciales
han tenido mucha influencia hasta hace poco, la tendencia actual, es aprobar
como reproductores a caballos más funcionales.
Un buen ejemplo de gestión, lo tenemos
con la raza hermana del PRE, me refiero al Lusitano, los sementales aprobados
de esta raza tienen un número limitado de yeguas para cubrir por año y según
demuestren su calidad a lo largo del tiempo, este irá en aumento hasta llegar
al número ilimitado, que lo tendría el mejor ejemplar, un sistema parecido sería
interesante aplicar al caballo PRE para disminuir el número de ejemplares con
menos cualidades y alejarlos de la cría.
Buscando las cualidades físicas óptimas
en las yeguas destinadas a la cría y en sus descendientes.
Estas
cualidades son: más alzada, más fuerza en el tren posterior, elasticidad,
mejores dorsos, mayor musculatura y menos grasa en cuellos y otras zonas útiles
para la locomoción.
Evaluar las cualidades de las yeguas
destinadas a la cría, esto solo se consigue domándolas para averiguar con
certeza si tienen buen carácter, resistencia y movimientos.
Aprovecharse de los avances en
reproducción: inseminar con semen de caballos que estén comprobados que dan
hijos deportivos, también transferir embriones de yeguas que den hijos
deportivos, para aumentar el número de potros en la ganadería con su genética. También con la transferencia de embriones, podemos ver rápido con qué semental repetir; imaginen, si en un año, de la misma yegua sacamos tres embriones de tres padres distintos y el resultado de uno nos ha satisfecho, al año siguiente repetiremos con él, pudiendo obtener de él otros tres embriones.
La castración de los caballos que no sean adecuados como reproductores, nos será muy útil para el manejo de la ganadería, pues se pueden juntar en potreros varios de ellos, sin peligro de que se ataquen, además, los caballos criados en potrero nos ofrecen un costo mínimo. Al vender caballos castrados no correremos el riesgo de que se utilicen de forma irresponsable como sementales.
Recuerden, la mayoría de caballos se
venden para ser montados, el que estén castrados no será un problema para su
venta, pues hay más jinetes que criadores.
Como ganaderos podemos tomar varios
caminos, a mi parecer todos necesarios, uno es el de fijar como objetivo la
fidelidad racial, otro la funcionalidad
y las cualidades deportivas y mi favorito juntar fidelidad racial con el
deporte.
En resumen, criar para el deporte abre
mercado. En mi experiencia, conozco el caso de ganaderos que venden al año un
semental y dos yeguas en el mejor de los casos y sus clientes son otros
ganaderos que están comenzando a criar. Por otro lado, mis principales clientes
venden un caballo cada dos o tres meses, la mayoría castrados porque se los venden
a jinetes; las yeguas ya domadas, también se venden bien.
La competición es muy importante, es el
mejor escenario para darse a conocer y ver si nuestros caballos gustan al
público, competir en doma clásica es obligatorio para ganaderos de élite. Hay
un dicho popular en España que dice: “Uno se convierte en ganadero cuando tiene
la cobra de yeguas de su propio hierro y un caballo compitiendo en nivel San
Jorge”.
Algunas de las
ganaderías más reconocidas han logrado vender más ejemplares
gracias a los éxitos deportivos de sus caballos que han llegado a ser
internacionales.
Todo el aficionado al adiestramiento, sueña con
comprar un Fuego de Cárdenas. En el próximo artículo les daré consejos para iniciarse en la competición con caballos PRE.
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