Siempre se extrae de dentro de la vaina mucha suciedad, esta suele ser "blanda" pero los problemas pueden comenzar cuando esta suciedad es "dura", cuando la suciedad que se acumula en la vaina se endurece, causa mucho dolor que puede confundirse con una cojera. Esta acumulación solidificada comúnmente la llamamos "frijol".
Frijol, es una palabra que usamos para definir este problema y esta copiada del vocabulario ecuestre ingles (porque no encontré un termino más acertado en castellano, pues de este tema poco se habla en el mundo hispano).
¿Qué es un 'frijol'?
El 'frijol' es el nombre común para una colección de esmegma en la punta del pene del caballo. El tubo por el que pasa la orina se llama uretra y justo encima de la uretra hay una bolsa de espacio llamada fosa uretral y aquí es donde ocurre la acumulación de suciedad y mugre, que se convierte en "frijoles" endurecidos. Cuando los frijoles se hacen tan grandes, interfieren con la capacidad del caballo para orinar correctamente, lo que puede provocar todo tipo de infecciones y problemas renales. Generalmente, cuando los caballos tienen frijoles severos, estarán en una incomodidad obvia.
¿Por qué es importante limpiar la vaina de tu caballo?
En cada caballo macho se formaran frijoles por una acumulación de esmegma, debido a la inevitable acumulación de suciedad. Tener frijoles causará molestias a su caballo, es parecido a caminar con una piedra constantemente en el zapato.
Los signos de que su caballo necesita limpiar su vaina incluyen:
Tener problemas para orinar y verá visiblemente la acumulación de esmegma en el exterior del pene.
Molestias al caminar.
El caballo levanta un pie cuando esta descansando.
Mal olor.
Inflamación de la vaina.
También aparecen melanomas en esa zona sobre todo en caballos tordos, por eso es importante que los propietarios estén al tanto de lo que está sucediendo en esa zona.
Procedimiento:
Es una zona muy delicada y hay que ser suave. No uso productos químicos ni aceite para bebés, porque eso solo produce más suciedad. Simplemente uso un lubricante a base de agua, y guantes de vinilo, nunca guantes de látex.
A menudo lubrico la vaina primero y dejo unos minutos que actúe el lubricante, mientras trato a otro caballo, y luego, cuando regreso, la suciedad se habrá aflojado y será más fácil de limpiar.
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